El cerrojazo a la contratación en el exterior provoca el rechazo general

"Se aproximará a cero". Con estas cuatro palabras, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha desatado una tormenta sobre su cabeza al anunciar drásticas restricciones a la contratación de inmigrantes en el extranjero. El ministro vinculó esta decisión a la crisis económica, que, según la teoría de Corbacho, provoca que los empleos para los que se buscaba hasta ahora a inmigrantes en el extranjero pueden ser cubiertos por las personas desempleadas en España.

"Se aproximará a cero". Con estas cuatro palabras, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha desatado una tormenta sobre su cabeza al anunciar drásticas restricciones a la contratación de inmigrantes en el extranjero. El ministro vinculó esta decisión a la crisis económica, que, según la teoría de Corbacho, provoca que los empleos para los que se buscaba hasta ahora a inmigrantes en el extranjero pueden ser cubiertos por las personas desempleadas en España.

El anuncio de Corbacho ha desatado una ola de críticas entre los partidos -incluso del PP, que se negó en su última etapa de gobierno a regularizar a extranjeros que trabajan sin contrato-, los empresarios, los sindicatos, las asociaciones de inmigrantes y hasta alcaldes socialistas andaluces en cuyos municipios hay abundante mano de obra contratada en el extranjero. IU calificó la medida de "populista", el PNV dijo que es "insolidaria e injusta" y CiU pidió "realismo" al Gobierno.

El ministro pretende reducir los contratos estables del contingente anual de trabajadores extranjeros (los de temporada se mantendrán) y reducir el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura. Por todos esos conceptos, el año pasado entraron legalmente en España 234.457 extranjeros.