Una joven promesa del jazz
La batería viguesa Lucía Martínez prepara el lanzamiento de su primer disco
A pesar del pirateo, las cifras de ventas a la baja y las facilidades que ofrece Internet para presentar al mundo cualquier cosa que se nos ocurra, para la mayoría de los músicos hay algo decisivo, ritual, casi mágico en el hecho de publicar un disco. No sólo no dejan de hacerlo sino que la edición discográfica va a más. Aunque hagan autoediciones en su casa, aunque se acaben regalando a los amigos porque apenas los compran ese puñado de melómanos que no soporta las copias. El ámbito de la música improvisada es uno de los más prolíficos en Galicia. En su reciente visita a Vigo, durante el Festival de Jazz Imaxina Sons, el periodista de Radio Nacional de España y toda una autoridad en la materia, Juan Claudio Cifuentes, habló claro: "Surgen tantos nombres que merecen la pena cada temporada que tengo que hacer esfuerzos para llevar la cuenta".
"Soy una persona muy intensa y llevo mi actitud a la música"
Lucía cursa un máster de jazz en la Universidad de las Artes de Berlín
El de Lucía Martínez (Vigo, 1982) ya le resultará familiar a los entendidos a fuerza de colaboraciones con Mercedes Peón, Carlos Bica o Rodrigo Romaní, entre otros, conciertos como solista y como miembro de la Real Filharmonía de Galicia y de la Imaxina Sons Orquestra y, como no, festivales. En el Certamen San Luiz de Lisboa obtuvo dos premios: el de intérprete y el de grupo en 2007. Y más que lo puede ser cuando consiga publicar su primer disco como líder de su propio cuarteto. Está grabado, tiene título, Soños e delirios, y colaboradores ilustres como la cantante Maria Jõao y el saxofonista Perico Sambeat, pero le falta sello discográfico. El año que lleva esperando para que se lo publiquen es otro síntoma de lo difíciles que están las cosas en la industria musical. "Ando a vueltas con dos editoras desde que lo grabamos en septiembre de 2007 y parece que por fin lo tendremos el mes que viene".
A sus 26 años, esta baterista se ha convertido en una promesa del jazz formada en la prestigiosa Escuela de Música y Artes del Espectáculo de Oporto (Esmae) y con un carro de seminarios de batería, vibráfono, composición y big band cursados en Italia, Finlandia o Reino Unido. Desde el curso pasado amplía estudios en la Universidad de las Artes de Berlín (UdK), donde realiza un máster de jazz y se siente cómoda al ser considerada "una más": "Berlín es muy inspirador a la hora de experimentar y de crear proyectos, pero también por el nivel crítico; allí no destaca el criterio de ser mujer y tocar la batería".
En el mundo del jazz sí puede ser una de las pocas chicas que se decantan por ese instrumento, pero no es así en la música popular, donde las mujeres frecuentemente se hacen cargo de la percusión. Y, en efecto, en los sonidos tradicionales comenzó Martínez su andadura artística con nueve añitos. Tras titularse en percusión clásica por el Conservatorio Superior de Música de Vigo comenzó a tejer su sonido con otras madejas. Con velocidad y destreza de palilleira prende los hilos del jazz, del flamenco o de la electrónica para construir mundos dominados por la pasión. "Soy una persona muy intensa y llevo mi actitud a la música", revela. Lo volvió a demostrar el pasado martes, durante su concierto con motivo del segundo aniversario de la sala Contrabajo. En esa ocasión presentaba además a su nuevo trío, compuesto por batería, saxo y guitarra. Ante el público que llenó el local vigués, plagado de músicos de la escena gallega, los tres derivaron, por sorpresa, hacia una banda de rock. Y, como colofón a una noche especial, se plegaron al recitado de los versos del poeta Juan Seoane.
Esa versatilidad le acaba de propinar otro espaldarazo al situarse en el fabuloso Projeto Miño que dirige el ferrolano Baldo Martínez. Se trata de una reunión de músicos alrededor de los cancioneros tradicionales de las riberas del río Miño, en Galicia y Portugal. El resultado, plasmado ya en un disco, es una estimulante mezcla de jazz de vanguardia y música popular que ha merecido elogios como los de la revista Jazz Magazine. "Allí donde encuentro un canal abierto me encuentro cómoda y Baldo me ha dejado ser libre desde el primer día", cuenta la flamante batería. La semana que viene estarán en Toledo; en noviembre, en Madrid y Ponferrada. Para su nuevo jefe, la aportación de Lucía Martínez es más que notable: "es una promesa hecha realidad que crece a una velocidad increíble".
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