La máquina sigue a punto
Xabi Alonso y Xavi golean a Dinamarca en un partido que España planteó suspender
Una vez resuelto que el partido se jugaba, aunque fuera ensombrecido por la tragedia aérea de Madrid unas horas antes, España recuperó el traje que lució en la Eurocopa para abrir la era de Del Bosque con el mismo porte con el que cerró la de Luis. No se admiten cambios en una selección que ha aprendido a jugar de carrerilla y en la que cada tecla suena de manera natural. Con la línea de medios al frente de las operaciones, un axioma inamovible en este equipo, España despachó la cita ante Dinamarca con el mismo toque y paciencia que mostró hace un par de meses ante rivales de más tallo. Claro que antes de echar a rodar hubo un buen rato de correteo de pasillos y opiniones diversas. La federación española puso sobre la mesa la propuesta de suspender el encuentro, pero la danesa se escudó en los problemas organizativos para seguir adelante con el partido. Después de casi dos horas de reuniones, mientras los jugadores esperaban en el hotel, se acordó simplemente suspender los actos previos: un homenaje a la selección española por la Eurocopa y otro al ex capitán danés Thomas Helveg, retirado del equipo nacional. Sólo una pancarta de ¡Enhorabuena España! rememoró el éxito de Viena. Eso y el juego del campeón.
DINAMARCA 0 - ESPAÑA 3
Dinamarca: Sorensen; Jacobsen (Borring, m. 71), Laursen, Agger, Silberbauer; Poulsen, Jensen (Retov, m. 80); Rommedahl, Tommasson (Thygesen, m. 55), Vingaard (C. Poulsen, m. 55); y Bendtner. No utilizados: Christiansen, Kroldrup, Nordstrand, Andreasen, Bernburg y Andersen.
España: Casillas (Reina, m. 76); Sergio Ramos (Iraola, m. 76), Albiol, Puyol, Capdevila; Iniesta (Cazorla, m. 63), Senna, Xavi, Silva (Capel, m. 46); Villa (Xabi Alonso, m. 46) y Torres (Güiza, m. 63). No utilizados: Navarro, Juanito, De la Red, Amorebieta y Bojan.
Goles: 0-1. M. 50. Pase atrás de Torres que remata Xabi Alonso. 0-2. M. 73. Xavi, desde fuera del área. 0-3. M. 90. Centro de Capel desde la izquierda y Xabi Alonso empuja.
Árbitro: Martin Hansson (Suecia). Amonestó a Sergio Ramos.
Unos 30.000 espectadores en el Parken Stadion. Los jugadores llevaron brazalete negro por la tragedia aérea en Madrid. Se guardó un minuto de silencio.
Con el balón de por medio, la selección se tomó la cita con la calma de un partido de pretemporada y la resaca de la gloria reciente. Del Bosque repitió el once de la final de Viena salvo los cambios de Villa por Cesc y Albiol por Marchena, y la selección puso a rodar la pelota como si nada hubiera cambiado. Con Senna en el ancla y Xavi con la brújula, España reinó en el medio y flojeó en las áreas, al menos en el primer tiempo. En la propia consistió demasiadas llegadas, los centrales sufrieron para fijar a Bendtner, un correcaminos, y Rommedahl y Vingaard tiraron millas por los extremos. Casillas estiró el pescuezo para desviar con el guante un tiro de Jensen y Rommedahl mandó el cuero al exterior de la red, mientras en el fondo contrario había pocas noticias, por no decir ninguna. Torres se topó con una autopista entre la defensa y el portero y se precipitó al fuera de juego, mientras Villa apoyaba en corto y Sergio Ramos hacía piña con los medios, liberado de esa extraña tensión que le empequeñeció durante la Eurocopa. Pero la maquinaria se quedó a mitad de camino y el meta danés sólo calentó en una volea de Xavi un minuto antes del descanso.
Del Bosque se atusó el bigote y movió después el árbol con Capel, más profundo y vertical que Silva, y Xabi Alonso en lugar de Villa, un cambio con doble mensaje: mandó a Xavi unos metros por delante, en el cogote de Torres, y definió con más claridad el doble pivote junto a Senna. Alonso heredó el compás y encontró al momento el camino con su compañero del Liverpool. Torres cayó a la banda, mandó al defensa al suelo y su pase atrás lo fusiló Xabi para abrir la era Del Bosque con victoria. España alargó el campo y gobernó el partido sin más problemas, además de ampliar la cuanta con un gran disparo de Xavi desde fuera del área y otro tanto de Alonso al empujar un pase de Capel.
Precisamente la cita dejó el buen estreno de Capel, un polvorilla en la banda que se movió como un trueno por todo el frente del área, y la confirmación de que la historia de amor entre Bojan y la selección aún tendrá que esperar. El niño de Linyola, que se pasó la concentración cobijado por sus compañeros del Barça, sigue sin debutar y alarga el culebrón de su estreno con la absoluta. Después del mareo que le borró en febrero de jugar contra Francia, y del portazo a la Eurocopa en mayo por estrés, a Bojan le espera todavía el bautismo con la roja, ahora, eso sí, en tiempos mucho más tranquilos para la selección. Del Bosque de momento le ha incluido en el grupo para que aprenda los códigos del grupo y espere con calma su turno. No hay prisas ni para Bojan ni para España. También esperará Amorebieta, al que la selección de Venezuela (nació allí por el trabajo de su padre y viajó a España a los dos años) ha intentado reclutar. Del Bosque y la federación, por si acaso, ya le han llamado a filas y los han escrito en sus planes de futuro. Claro que al técnico le quedan también pocas probaturas de pretemporada. España recibirá el 6 de septiembre a Bosnia en Murcia y el 10 a Armenia en Albacete. El campeón europeo comienza el camino de dos años al Mundial de Suráfrica.
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