Rusia despide a España
La despedida fue tanto más dolorosa cuanto más cercana se vio la posibilidad de dar un vuelco a la larga historia de sumisión del baloncesto femenino español a la poderosa selección rusa. La abultada diferencia final no hizo sino agrandar la herida en un partido que a España se le fue de golpe y porrazo en el tercer cuarto después de un inicio de ensueño. Un varapalo para Amaya Valdemoro, Laia Palau y las jugadoras que han metido al baloncesto español en la élite europea, pero que suelen estrellarse contra el muro ruso. La nueva generación, comandada por Alba Torrens, sabe ya cuál es su objetivo en un plazo lo más breve posible: ganar a Rusia. Sólo así se puede aspirar a dar el único paso que queda para lograr oros europeos, podios mundiales o medallas olímpicas.
RUSIA 84 - ESPAÑA 65
Rusia: Hammon (17), Kortsin (13), Abrosimova (7), Osipova (9), Stepanova (12) -cinco inicial-; Schegoleva (19), Karpunina, Rakhmatulina (7) y Vodopynova.
España: Aguilar (3), Palau (7), Torrens (7), Montaña (13), Pascua (5) -cinco inicial-; Valdemoro (16), Martínez (2), Lima (8), Abalde (2), Revuelto, Nicholls y Sánchez (2).
Árbitros: Belosevic, Mercedes y Butler.
El equipo que dirige Evaristo Pérez jugó 15 minutos estupendos. Su defensa secó a las rusas y dejó en ridículo -una canasta de 13 lanzamientos- a jugadoras tan notables como Osipova, Korstin, Stepanova o Abrasimova. Pero las rusas se rehicieron.
El desplome de las españolas, carentes de pólvora bajo los aros y desacertadas en el tiro exterior, fue estruendoso. Pasaron muchos minutos sin anotar y por ello sufrieron un castigo inmerecido. España pasó de palpar la posibilidad de hacer historia metiéndose por primera vez en las semifinales olímpicas a ser vapuleada.
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