¿Otra vez 'V'?
El consumo se reduce en verano, pero las series antiguas minimizan su impacto
Un jovencísimo Will Smith, con camiseta fucsia y gorra hacia un lado, rapea en español en una lujosa mansión de Los Ángeles. La escena pertenece a la telecomedia El Príncipe de Bel-Air. Un clásico que Antena 3 ha repuesto una decena de veces.
Quince años después de su estreno en 1993, Will Smith sigue infalible: 300.000 espectadores (el 17,1% de cuota de pantalla) sucumbieron a sus gamberradas el pasado 1 de agosto de 9.00 a 10.00. La serie pulverizó, Aquí se gana, de Tele 5 (52.000 espectadores, 3,4%), Despierta y gana, de La Sexta (18.000, 1,0%), Suerte por la mañana, de Cuatro (22.000, 1,2%) y Bob y sus amigos, de La 2 (174.000 espectadores, 9,8%). Sólo la edición matinal del telediario de TVE-1 (emitido de 7.00 a 10.15) logró arrebatarle el primer puesto con 309.000 espectadores (23,7%).
Las teleseries de los setenta, ochenta y principios de los noventa son tendencia. La razón: son baratas y exitosas. Basta echar un vistazo a los índices de audiencia de julio y agosto para percatarse de que son infalibles. "Nos funcionan muy bien Pipi Calzaslargas y Los Simpson. Unos 500.000 espectadores siguen a diario las aventuras de Pipi. Y desde el 10 de julio y hasta el 11 de agosto, Los Simpson han ocupado cinco veces el puesto de programa más visto del día", afirman en Antena 3.
Cuatro también se apunta a la nostalgia televisiva: el canal de Sogecable consigue aumentar su media de audiencia (8%) con las reposiciones de V (10,4%, sábados y domingos, 9.00), Juzgado de Guardia (16,2%, sábados, 3.30) y Enredo (13,1%, sábados, 4.00). Pero la reina de la parrilla es Galáctica, estrella de combate. La producción estadounidense cumple 30 años pero convence: el canal de Sogecable fue líder de audiencia con 172.000 espectadores (el 26,6%), de 3.41 a 4.28 de la madrugada del pasado domingo al lunes. Ni los Juegos Olímpicos de TVE-1 (19,8%), ni el cine de La 2 (Cine al ataque, 7,4%), ni la música de Tele 5 (No sólo música, 9,9%); ni los concursos (Adivina quién gana en Antena 3 con el 4,3%; Ganas de ganar en La Sexta, con el 1,3%) hicieron sombra a las naves espaciales de Galáctica.
Pero, ¿por qué miles de seguidores se enganchan a series antiguas? Javier Garcés, presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, teoriza: "Las reposiciones evocan sentimientos. Quienes ven de nuevo una serie antigua viajan al pasado y recuerdan lo que los rodeaba y sentían cuando la vieron en su momento". El perfil del fan confirma la tesis: según datos de Cuatro, el seguidor de V o Galáctica es un hombre de entre 25 y 44 años. Aunque también hay chavales de entre 14 y 24 años. "Les permite conocer lo que veían sus padres y una estética distinta", explica Garcés.
Otra de las ventajas de clásicos como Pipi Calzaslargas es que no requieren fidelidad: la trama se abre y se cierra en cada episodio. Algo imposible con series como Perdidos o Héroes.
Formato de culto, incombustible o joya antropológica, el atractivo es también económico. Como explica Alberto Alarcón, director de programación de Cuatro: "Son series baratas. El precio de una nueva está entre 27.000 euros y 81.000 euros, las antiguas cuestan menos. V nos costó 7.000 euros".
Se podría llamar "plan verano". Sobre todo porque tradicionalmente, los meses en los que se ve menos televisión son julio y agosto. Pero no todas las teleseries envejecen bien. "Hemos repuesto Melrose Place varias veces, pero el índice de audiencia no supera el 4%", apuntan en Cuatro. El psicólogo Garcés opina: "Como pasa con el cine y la literatura, hay producciones que no resisten varias redifusiones. A veces se debe a que son producto de una época y de un contexto determinado. Verano azul no está tan condicionada y, nos guste o no, sigue siendo atractiva".
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