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Crítica:críticas increíbles | el tiovivo
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

SÓLO PARA INVIDENTES

'LA CINTA'

Director: Paulo Camões. 2007.

Hace cinco años, durante la celebración del festival de cine de Valladolid, tuve ocasión de asistir a una proyección especial para ciegos. Lo recuerdo bien porque la película que se proyectaba era El caballero Don Quijote. El procedimiento consiste en la audiodescripción, una banda sonora especial añadida y sincronizada a la de la película. En esta nueva pista un narrador describe, en tono neutro, los movimientos, escenarios, gestos, etcétera, que se pueden contemplar en el filme. El punto está en que ese narrador no perturbe la música, el diálogo y los ruidos de la banda de audio original. El sistema funciona aceptablemente, según he oído. Sólo se necesita un poquito de práctica. Al fin y al cabo, tanto el doblaje como el subtitulado de un filme, tan defendidos o denostados, son maneras convencionales de arreglar las cosas. No hay un sistema puro, intachable.

Pero La cinta, la película portuguesa de Paulo Camões, es otro cantar. Nada menos que se trata de una película exclusivamente para uso y disfrute de ciegos. Las proyecciones sólo se hacen ante una audiencia sin capacidad visual. No es una adaptación descriptiva de aquellas escenas que vemos unos sí y otros no: es una película para los que no tienen vista, pero sí mirada.

Un viento ululante llega hasta el patio de butacas -no es necesario que la sala esté a oscuras, pero se apagan las luces por tradición- y el mar se abate sobre los espectadores. Estamos en el océano, entre columnas de espuma. La tempestad impide cualquier referencia, no hay horizonte, ni cielo. La marejada vuelca la fragata, los bravos marinos caen al mar. El horror salpica al público de la sala. Descubrimos que la fragata transporta además de hombres y mujeres, diamantes y unas cuantas cabezas de ganado. Cuando las bestias caen al mar consiguen nadar mejor que los humanos, y los náufragos se aferran a ellas. Vano empeño. El remolino final se traga todo, en un gigantesco gluglú. Lo primero que llega al fondo del mar es una tonelada de diamantes, sin reflejos ni brillos, como trozos de carbón que son. La cinta, la película, muestra luego una colección de animales. Nuestro público invidente presencia por primera vez a leones, tigres, rinocerontes. Los pájaros les producen rechazo, esos pájaros cuyos trinos tanto les gustan... y los gatos y conejos, igual, repulsión. Algunos niños ciegos se quedan prendados de la música verde, y del color rojo del sonido del fagot, el amarillo de la flauta y el encarnado intenso del saxofón. Susto crean los monos y simios, que les parecen sombras que la luz -esa obviedad- arranca de los cuerpos de las personas. Y también se emocionan ante los planos sueltos de una mujer de pelo blanco, un niño que llora, de Pedro que suspira, o se ríen de la nariz de Manuel, o de su pelo color de aullido en la oscuridad. En silencio expectante se contemplan unas imágenes de cuadros famosos... Ha sido tanto lo oído sobre ellos, la belleza prometida, la suma de descripciones, que decepcionan un poco. Sólo un poco. Es como si ya los hubiéramos visto, la realidad es una redundancia, susurra un espectador al oído de otro. Los únicos que se parecen a estos cuadros cuando eran contados -dice- son los de Picasso.

La cinta es una mera exhibición de posibilidades. Así que tras esto y aquello y lo de más allá, Paulo Camões presenta una excursión de los propios invidentes por el Tajo, hacia los muelles. La película termina con los excursionistas ante un barco buscador de tesoros, y que viene precisamente de la prospección de la fragata naufragada. En esta ocasión sólo han encontrado unos cuantos costillares de vaca. Pero ellos, los ciegos, sí han presenciado, en la película, el sitio exacto en el que yacen los diamantes del navío. "Amor es fuego que arde sin verse", recita uno de nuestros pasajeros frente al mar.

El filme fue visionado por las autoridades cinematográficas portuguesas y le fue denegada la consideración de obra audiovisual. Declararon que La cinta sólo es un largo fundido en negro en todo su metraje. Se solicitan firmas de apoyo para su legalización.

Un momento de <i>El caballero Don Quijote.</i>
Un momento de El caballero Don Quijote.

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