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Malilla se queja por la masiva presencia de coches de autoescuelas en el barrio

En Valencia los coches de autoescuela no suelen circular por el centro. No pueden. La Jefatura Provincial de Tráfico delimita unas zonas de prácticas, casi todas en la periferia de la ciudad. Una de ellas es el barrio de Malilla. Hasta aquí, todo bien. Malilla, al igual que Patraix, ha sido designado, desde hace tiempo, por la Administración como campo de prácticas para los aspirantes al carné. El problema reside, según denunció ayer el concejal socialista Julio Such, en la "gran cantidad de colegios que tiene el barrio de Malilla". Ya que en este barrio, la red escolar coincide con las calles por donde discurre el circuito de las autoescuelas.

"Las fachadas de los colegios se convierten espacios de prácticas de aparcamiento" explicó ayer Such. Pero el Ayuntamiento hace "oídos sordos" a las quejas de las asociaciones de vecinos y de padres de alumnos de este barrio del sur de Valencia donde viven 22.000 personas. Según Such, el problema no se reduce a los aspirantes al carné de conducir tipo B ya que en el barrio "resulta frecuente la presencia de camiones de prácticas de gran tonelaje, así como autobuses conducidos por alumnos aspirantes al carné de conducir".

"Yo me apunté a la autoescuela porque en septiembre el examen práctico iba a ser más difícil", comenta Beatriz Michavila, estudiante de Odontología de 22 años. Ella no tenía prisa para sacarse en carné, pero el cambio de la forma de puntuar el examen práctico hizo que se apurase a sacárselo. Como ella, muchos jóvenes valencianos. "En la autoescuela me dijeron que para sacarse el carné de moto ocurre lo mismo, hay muchísima gente apuntada ahora", comenta. Esto significa más autos de prácticas en zonas como Malilla.

Los vecinos de barrio se quejan de que la afluencia de coches ha ido en aumento; hasta Malilla llegan autoescuelas de toda Valencia, incluso de pueblos cercanos a la capital. Según los socialistas, es responsabilidad del Ayuntamiento mantener la seguridad de estos recorridos. "No pedimos que se cambie el trazado, pero sí exigimos el alejamiento de las prácticas de zonas peligrosas como colegios y parques, una mayor presencia policial y más pasos de cebra", sentenció Such.

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