Colas y nervios en el 'casting' de las maravillas
Tim Burton busca extras para su adaptación del clásico de Lewis Carroll
Contra la fachada color natillas del hotel está alineado el microcosmos del Reino Unido, un país conocido por su afición a esperar colas. Madres con carritos de bebé, adolescentes vestidos de negro, mujeres que desean ver de cerca a Johnny Depp, parados en busca de ocupación y una anciana que cuando se le pregunta la razón por la que se presenta a las pruebas espeta: "Con mi tiempo hago lo que me parece. Muchas gracias".
Las noticias se empezaron a escuchar en Plymouth unas semanas atrás: "Tim Burton busca a extras para su versión cinematográfica de Alicia en el país de las maravillas". Una oferta, sin duda, atractiva, pero, a juzgar por la cola que rodea el hotel New Continental, el casting ha sido el acontecimiento del verano en Plymouth. Se calcula que durante los dos días del proceso de selección se presentaron unas 3.000 candidatas, dispuestas a esperar hasta ocho horas para ser vistas. Una respuesta más propia de un programa de televisión cazatalentos que de una convocatoria para figuración.
El cineasta ya ha encontrado a su Alicia en la piel de la australiana Mia Wasikowska
Tim Burton ya ha encontrado a su Alicia, en la piel de la actriz australiana, de 18 años, Mia Wasikowska, y los rumores apuntan a Johnny Depp para el papel del sombrerero loco. Ahora les toca el turno a los extras, que deben tener el mismo toque victoriano que la localidad costera de Plymouth, donde Burton filmará durante dos semanas en septiembre.
La compañía de casting Mad Dog buscaba a gente con aspecto "de época". Piel pálida, una melena larga sin teñir y una cintura que aguante corsé para las mujeres. Pelo corto y preferiblemente barba o patillas para los que pretendan convertirse en caballeros victorianos. Las capas, los tintes y los estilos elaborados no se llevaban en las peluquerías de los tiempos de la reina Victoria. Sin embargo, muchos de los que esperaban su turno llevaban el pelo de colores o con complicados flequillos. "He venido porque adoro a Tim Burton. Ve el mundo de una manera con la que me siento identificada", sostiene Louise Scott, que asegura que sus brazos tatuados no presentarían inconveniente para interpretar a una dama victoriana.
Sólo se considerarán las solicitudes de quienes hayan pasado la primera selección. Los elegidos pasan a una sala donde se les toman medidas y se les fotografía. Entretanto, la directora de casting Ilenka Jelowicki maneja a los aspirantes a la manera marcial. "No tomes el sol durante dos semanas. Déjate barba", aconseja. "Tu pelo es muy corto y sin largo uniforme ¡No nos vales!", le dice a la redactora, que creía que su melena era larga para los cánones contemporáneos.
"Ha venido gente de todas partes de Inglaterra, incluso de Francia, pero para mí es importante contratar a gente local. También se han presentado muchas personas con estética gótica, que no nos sirven, porque no son lo suficientemente naturales", explica Jelowicki, que llegó unos días antes a Plymouth y abordó por la calle a las caras que más le gustaron. "Estamos muy satisfechos, hemos encontrado muchos físicos inusuales, que no se ven en las grandes ciudades", declara.
Jelowicki se niega a dar detalles sobre el guión, tampoco especifica si trabaja según las directrices de Burton, pero algún aspirante a figurante, como Lloyd Hann, de 17 años, se atreve a especular: "Creo que la mayoría de los extras saldrán en la escena de Reina de corazones, porque las cartas que aparecen son humanas y se necesitarían muchas".
Los elegidos conocerán su suerte a finales de este mes. Si resultan estar entre los 250 afortunados, pasarán 15 días inmersos en el universo burtoniano. Quizás un país de las maravillas más extraño y caprichoso, si cabe, que el de Lewis Carroll.
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