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Reportaje:teatro

Edimburgo, cultura 'non-stop'

Con el Fringe arranca el gran festival escocés

Como viene sucediendo cada verano desde 1947, la capital escocesa ha retomado el papel de meca cultural europea con el arranque del Festival de Edimburgo, una ambiciosa oferta de espectáculos teatrales, danza, literatura, ópera y jazz que arrastra consigo a centenares de miles de visitantes.

Como aperitivo de una programación que se prolonga hasta el último día de agosto, ayer se estrenaba el Fringe, nombre por el que se conoce popularmente el festival alternativo de Edimburgo, y que conforma un anárquico y tonificante despliegue de las últimas tendencias escénicas. Repetirá en esta convocatoria el grupo madrileño Yllana, con la obra Paganini, en la que participará el violinista Ara Malikian, mientras que la compañía de danza española Arrieritos concurre por primera vez. Una pieza teatral sobre los atentados que asolaron Londres en julio de 2005, Pornografía, se perfila como la gran estrella del Fringe por su carácter provocador, que escenifica la singladura de uno de los terroristas suicidas desde su punto de vista.

La edición, cuyas cifras se resumen en 2.088 espectáculos y la presencia de 18.000 artistas en 247 escenarios, apunta a un nuevo récord de público, gracias a la venta de casi dos millones de entradas pese a la crisis económica. Los precios más económicos rondan los 12 euros, amén del foro gratuito que encarnan las mismas calles de una ciudad con la exhibición de actuaciones espontáneas en cada rincón.

Enarbola el buque insignia del certamen el Festival Internacional de Edimburgo, cuya apertura llegará el próximo viernes de la mano de la ópera de Bertolt Brecht, Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny, con música de Kurt Weill. El festival se ha centrado este año en el rostro cambiante de la Europa del siglo XXI, con un cartel de "artistas sin fronteras", en palabras de su nuevo director, Jonathan Mills. El propósito de reflejar "los cambios en nuestro continente, cuando las fronteras políticas y geográficas, pero también culturales y religiosas, se han desdibujado" ha conducido a poner el acento en la participación de artistas de la Europa del Este y de Oriente Próximo. En el capítulo musical, destaca el homenaje a Olivier Messiaen en su centenario, que incluirá una serie de recitales a cargo de Naji Hakim. Edimburgo es en realidad la cabecera de un ramillete de festivales que se solapan, un non-stop de eventos culturales. De la feria literaria de la ciudad a la primera retrospectiva de la artista conceptual Tracy Emin.

Actores del Circus Oz, participantes en la edición de este año del Fringe, que comenzó ayer en Edimburgo.
Actores del Circus Oz, participantes en la edición de este año del Fringe, que comenzó ayer en Edimburgo.REUTERS

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