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Reportaje:

Tres primerizas para la prueba reina

Yesenia Centeno, Alessandra Aguilar y María José Pueyo llegan a su primer maratón olímpico muy ilusionadas, casi exhaustas y con marcas discretas

Amaya Iríbar

El 23 de julio, a poco menos de un mes de enfrentarse al asfalto de Pekín y a la temida polución, si es que al final aparece, Alessandra Aguilar, Yesenia Centeno y María José Pueyo se citaron en la pista de atletismo del Centro de Alto Rendimiento de Madrid. La idea era medir el estado de forma de las tres mujeres que representarán a España en el maratón olímpico, tres novatas que nunca han corrido los 42 kilómetros en una cita de esta importancia.

O lo que es lo mismo, someterlas a un test de lactato. Los médicos del Consejo Superior de Deportes estaban allí. El responsable de fondo de la federación, Luis Miguel Landa, también. Las atletas empezaron a dar vueltas a la pista. Seis. 2.400 metros. Parada. Pinchazo para tomar una muestra de sangre. El pulso. Un minuto de recuperación. Otra vez. Y otra y otra y otra. Cinco series cada vez más rápido. Un altavoz marca el ritmo.

La 'cubana' Centeno hizo la proeza de dos maratones en 15 días para lograr la mínima
Aguilar es la más joven, 30 años, y la que tiene mejor marca: 2h 29m 03s

En unas horas, los resultados indicarán el nivel de lactato en sangre, es decir, el umbral de sufrimiento, la velocidad que puede alcanzar sin desfallecer, sin que sobrevenga una pájara. Los maratonianos, los sufridores del atletismo, rondan los dos milimoles por litro. Si se dispara ese índice de lactato, su cuerpo dice basta.

Ni los médicos ni la federación quieren hablar del resultado de ese miércoles, que tuvo su confirmación al día siguiente, ni del estado de forma de las maratonianas. Ni de si han adaptado su entrenamiento de última hora en función de esos datos. Pero Pueyo, repescada por la federación y con la peor marca de las tres (2h 32m 22s), ni siquiera pudo completar el primer test y acabó mostrando su rabia entre lágrimas.

No es la única que llega a la gran cita de su vida exhausta. Yesenia Centeno, la cubana que aterrizó en España hace casi una década, 37 años, pequeña y fibrosa, el pelo siempre llamativo, se metió entre pecho y espalda dos maratones en 15 días, algo a lo que ni los grandes especialistas se atreven. En Rotterdam (Holanda), a principios de abril, fracasó en su primer intento de lograr la mínima, y se desquitó en Hamburgo antes del fin de mes (2h 31m 16s).

Las tres se entrenan por separado en sesiones de mañana y tarde. Entre 170 y 200 kilómetros a la semana, aunque la carga ha bajado según se aproxima la competición. Pueyo, en Zaragoza, y sus compañeras en Madrid. Alessandra está en el grupo que tiene Fernando Lozano, en el que hasta hace poco estaba Chema Martínez. "Me sigue ayudando", dice la gallega, de 30 años, la que llega con la mejor marca (2h 29m 03s) y en mejor estado de forma y que se aburre corriendo sola. Como lo hace en Madrid y ya estuvo en la Universiada de Pekín de 2001 como fondista (10.000m), no tiene miedo a la contaminación y el clima húmedo y caluroso que promete convertir en un suplicio las pruebas de fondo en la capital china. Yesenia tampoco: "¡Estoy acostumbrada! En Cuba ya corrí maratón. Y allí la humedad es del 88%". Confían también en adaptarse. El equipo viaja el miércoles y el maratón femenino será el 17.

Si María José, 38 años y salida de las carreras populares, cuida la comida -"hay que alimentar al músculo"-, Yesenia no pasa sin sus dos horas de siesta diarias ni sin su entrenador, Guillermo Ferrero: "Llevo ocho años con él y le admiro por lo que me aguanta". Muy alejadas de la élite de su prueba (el récord del mundo está en 2h 15m 25s), las tres tienen un único objetivo olímpico: "disfrutar a tope y correr muy bien", resume Alessandra, que se enfrentará en Pekín el segundo maratón de su vida. Landa sabe que no lucharán por las medallas, pero considera un éxito que hayan llegado hasta aquí.

De izquierda a derecha, Alessandra Aguilar, María José Pueyo y Yesenia Centeno, en Madrid.
De izquierda a derecha, Alessandra Aguilar, María José Pueyo y Yesenia Centeno, en Madrid.JOSÉ RAMÓN AGUIRRE

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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