Satisfechos

¿Por qué no van a tener derecho los socialistas andaluces a la autocomplacencia? Sólo atendiendo a los elogios de Zapatero tienen más que suficiente para sentirse satisfechos del trabajo realizado. El papel que desempeñan dentro del socialismo español, la continuidad de resultados electorales favorables obtenidos, el valor en sí mismo de lo que significan en el panorama político actual, fueron reconocidos de pleno por el propio presidente del Gobierno en el cónclave granadino. Siempre ha tenido muy en cuenta, no sólo la lealtad del PSOE andaluz a la actual dirección federal, sino, también, su saber hacer y su aportación a la acción política, cargada de sentido común y muy lejos, por tanto, de aventurerismos , fulanismos o de absurdas tensiones territoriales.

Deben, al mismo tiempo, sentirse plenamente contentos con el desarrollo del congreso regional por el debate programático generado y por la incorporación de nuevos valores a su flamante ejecutiva regional. Y si bien dicen ser poco dados a convertir este tipo de citas en toda una plataforma publicitaria, como hacen a la perfección otros, lo cierto es que tienen razones de sobra para salir de este compromiso con la euforia contenida, la suficiente como para tomar el impulso necesario y afrontar, de esta forma, los nuevos e importantes retos que tienen ante sí. El principal: revalidar su triunfo electoral en Andalucía, consolidando con ello, aún más, este territorio como el principal filón de voto socialista en nuestro país.

Con este objetivo por delante, se han dotado de un nuevo equipo que seguirá estando encabezado por Chaves y Pizarro. En cuanto a este último, ¡claro que, igualmente, tiene motivos para la alegría! Ha visto compensado su discreto y constante sacrificio con la vicesecretaría general. Y le llega después de haber dejado atrás graves contratiempos personales que ha digerido con algo más que profesionalidad, con un alto sentido de servicio a "su partido", asumiendo, en fin, una gran carga de trabajo y responsabilidad en unos momentos muy duros para él, sin inmutarse, al menos, de puertas para fuera, manteniendo firme las riendas de la organización y sirviendo de forma constante de correa de transmisión entre el gobierno y la sociedad andaluza. Sólo los más cercanos a este hombre saben de las dificultades por las que ha atravesado. Pero no hay que perder ni un sólo minuto más en mirarse el ombligo, de modo que sólo cabe ya centrarse en la importante tarea que tienen por delante. Pero han de resolver un último escollo como es la celebración, esta semana, de los distintos congresos provinciales en donde no se esperan sobresaltos importantes. Por no haber no habrá siquiera relevo en Jaén después de que el vicepresidente primero, Gaspar Zarrías haya decidido continuar como secretario general emulando así a su jefe, Manuel Chaves.