El reconocido papel de María José Usandizaga en el proceso

La presidenta del PP guipuzcoano, María José Usandizaga, ha vivido muy directamente la crisis abierta por su amiga María San Gil desde aquel día de mayo en que ésta anunció a bombo y platillo que discrepaba de la ponencia política elaborada junto a José Manuel Soria y Alicia Sánchez-Camacho. La portavoz de los populares en el Ayuntamiento de San Sebastián ha puesto por bandera el partido para tratar de ir curando las heridas abiertas por la todavía presidenta del PP vasco.

Entre las voces autorizadas del partido hay plena unanimidad en destacar la intervención de Usandizaga durante la reunión mantenida la pasada semana, en Vitoria, con el presidente Mariano Rajoy. En su discurso, Usandizaga puso de manifiesto la necesidad "de mirar hacia adelante" en un tono que mereció el reconocimiento general porque a nadie de los presentes se le escapaba quién lo decía.

Desde su puesto de presidenta de los populares guipuzcoanos, Usandizaga ha sido especialmente legal en incorporarse a la línea dominante en la regional vasca, aunque ha permanecido siempre muy próxima a San Gil. Además, Usandizaga tiene que lidiar con el reducido grupo de populares guipuzcoanos que profesan una lealtad inquebrantable con la dimitida presidenta y que tiene su representante más visible en Regina Otaola, alcaldesa de Lizarza.

Para la nueva etapa del PP vasco no se escapa la importancia de evitar que se abra una brecha con cargos en la línea política de Otaola y en este caso contrato habida cuenta de la cuota de representatividad de que dispone ya que es la portavoz en las Juntas Generales de Guipúzcoa. Usandizaga así se lo ha transmitido a Antonio Basagoiti durante las múltiples conversaciones que ambos han mantenido, así como en presencia del diputado alavés Alfonso Alonso.