La segunda final de Félix Martín

En 1978, mientras en Argentina la selección de César Menotti ganaba el Mundial y en la Escuela Mecánica de la Armada torturaban y desaparecían ciudadanos, Félix Martín (Madrid, 1963) entraba a trabajar de botones en la federación española de fútbol. Han pasado 30 años, o sea, siete Mundiales (España 82, México 86, Italia 90, Estados Unidos 94, Francia 98, Corea-Japón 2002 y Alemania 06) y siete Eurocopas (Francia 84, Alemania 88, Suecia 92, Inglaterra 96, Bélgica-Holanda 00, Portugal 04 y la presente) y Félix Martín ha estado en todas menos en el certamen sueco, dado que España no se clasificó.

Casado con Sole, padre de Félix y Cristina, el ahora utilero es el miembro del cuerpo técnico de la federación con más muescas en su revólver y el único que estuvo hace 24 años en el Parque de los Príncipes, en París, en la final que España perdió ante Francia, la anfitriona. "Esta vez, ganamos", apuesta.

Hace 30 años que entró a trabajar de botones en la federación española

Félix, como se le conoce desde que llegó a la selección, asume que su trabajo ha cambiado mucho en los últimos 30 años -"ya no me paso dos horas secando botas y dándole grasa de caballo", ejemplifica- pero en el fondo, su trabajo sigue siendo el mismo: "Darle al jugador todo lo que necesita, tenerlo todo listo, todo a punto". Llegó de Madrid con 4.000 kilos de material, que gestiona junto a sus ayudantes, Jesús de la Cruz y Damián García. Félix, que creció a la sombra de Antonio García, el veterano utilero de la selección, cascarrabias y entrañable, es un ejemplo para Jesús, que alaba su discreción, su profesionalidad y su compañerismo. Todos temen viéndole sufrir en el banquillo porque Félix lleva fatal eso de que desde 1994 está prohibido fumar.

Tipo tranquilo y discreto, Félix recuerda vagamente aquel torneo de 1984. "Llegamos a la final de manera agónica: contra Dinamarca y contra Alemania sufrimos enormemente", comenta antes de aclarar que hubo "un buen pollo" entre la prensa y los jugadores. "No sé por qué, pero los periodistas dejaron de hacer entrevistas, no recuerdo si como señal de protesta o por decisión de los futbolistas", recuerda. Algo que choca con el buen ambiente que ha rodeado a la selección de Luis durante la concentración en Austria y que ha sido uno de los factores clave para llevar a la selección hasta la final de hoy en Viena. "A ojos de Luis esto es lo que ha hecho la diferencia. Hemos sido muy superiores en todos los partidos", dice.

No habla mal de nadie, recuerda con afecto las bromas que le gastaba Juanito y asegura que el más divertido de cuantos seleccionadores ha conocido en la selección es precisamente Luis Aragonés. Félix tiene hoy en el Ernst Happel su segunda oportunidad. "Es difícil, pero estoy seguro de que los chavales, esta vez, se llevan el trofeo de campeones a España".