Donadoni deja el mando a Lippi

"Un penalti no puede borrar dos años de trabajo", repitió ayer un dolido Roberto Donadoni. Pero a veces pasa. El penalti que Cesc marcó a Buffon el domingo pasado ha puesto fin a dos años de trabajo de Donadoni al frente de la selección italiana. El técnico fue desalojado ayer de su puesto por la federación, que argumentó que el contrato se extinguiría automáticamente si no llegaba a las semifinales. Un par de horas después, anunció oficialmente que Marcello Lippi volverá a entrenar a la nazionale.

Elegante y caballeroso, Donadoni, el fino ex centrocampista del Milan, se marcha sin una queja, sin cobrar un euro de los 900.000 brutos de indemnización -en contra de lo filtrado hace unos días por la propia federación- y agradecido a los jugadores. "Disgusta que un penalti haya determinado esta situación", repitió ayer; "en estos dos años, mi Italia ha hecho también cosas positivas. Y da pena que un solo partido las pueda borrar. Los jugadores han dado el máximo y nunca me he sentido solo".

Lippi, el hombre que en 2006 llevó a los azzurri hasta el título mundial contra casi todos los pronósticos, ha sido una sombra demasiado alargada para Donadoni. Veintitrés partidos después, incluida la hazaña de Glasgow que dio a Italia la clasificación para la Eurocopa en los últimos minutos del último partido de la fase de grupos, Donadoni sale de escena y Lippi se convierte en el sucesor de quien le sucedió a él.

Los periodistas tuvieron el coraje de preguntar a Donadoni si pensaba que Lippi sería su sucesor, lo que era un secreto a voces desde hace semanas. "Al presidente no le he preguntado si se ha reunido con Lippi", dijo Donadoni tras ver a Giancarlo Abete. Lo cierto es que Abete se reunió con Lippi anteayer para debatir sobre el futuro cuerpo técnico de la selección. "Cada uno es libre de hacer lo que quiera. No juzgo el comportamiento de nadie. No quiero caer en la falta de elegancia", prosiguió Donadoni.

Pero el fantasma de Marcellone ha sido una pesadilla para él: "Se habla desde hace dos años... Cada uno tiene su manera de proponerse a la gente. No seré yo el que enseñe a los demás cómo comportarse".

Sobre los flecos y los detalles del divorcio, Donadoni fue más explícito: "No hay ningún reconocimiento económico y no lo quiero. No es cuestión de dinero. A todos nos viene bien el dinero, pero para mí nunca ha sido un problema".

El gentleman explicó que, el día que hizo pública la lista de jugadores convocados para la Eurocopa, el presidente de la federación le ofreció la posibilidad de incluir una cláusula de indemnización en su nuevo contrato. "Pero yo le dije que no hacía falta". Lippi, que cobrará 1,2 millones de euros anuales, será presentado el martes. "Nos vemos la semana que viene. Estoy muy feliz y motivado", declaró ayer.