La vuelta de Niños Mutantes

Después de diez años sobre los escenarios, los granadinos Niños Mutantes regresan con un nuevo trabajo titulado Todo es el momento, que ha sido editado por Astro. Tras una gira que les ha llevado por gran parte de la geografía española, Niños Mutantes han vuelto a demostrar que son un grupo contrastado dentro del panorama independiente español.

Sus tres componentes, Nani Castañeda, Migue Haro, y Juan Alberto Martínez (acaba de incorporarse el cuarto mutante, el sevillano Andrés López), disfrutan de una amplia trayectoria profesional en el mundo de la música y han conseguido hacerse visibles en el panorama nacional. "A nivel de independientes no es del todo complicado. Nosotros llevamos diez años moviéndonos en esa escena y desde el principio conseguimos estar presentes aunque no hayamos contado con un apoyo promocional grande", explican.

"Hay que liberarse de preocupaciones por el futuro y de traumas del pasado"

Sin embargo, la visibilidad a nivel masivo es un factor que "depende más de la suerte" y de la posibilidad de que "alguien huela a dinero en tu música".

Aunque esto no haya sucedido con la música de Niños Mutantes, que huele a muchas cosas pero no a dinero, el último disco de la banda ha logrado alcanzar los primeros puestos de la escena independiente del país. "Es nuestro mejor disco, nos sentíamos con más energía y más seguridad en nosotros que nunca. Nos habían pasado cosas importantes en los dos años que estuvimos haciendo las canciones. Hubo nacimientos, muertes, amores, desamores... De alguna forma teníamos muchas cosas dentro y nos sentíamos más compenetrados que nunca", aseguran convencidos de haber logrado "un disco sin aditivos, una producción muy sencilla con aparatos antiguos que han sabido captar mucho mejor el alma de las canciones que las tecnologías que invaden ahora muchos estudios".

Además, como ellos mismos aseguran, Todo es el momento es mucho más variado que sus anteriores trabajos. "Queríamos que fuera un viaje de la primera a la última canción, un disco para escuchar entero, y para eso tenía que ser variado, por eso aquí están todas nuestras facetas, desde canciones acústicas con sólo una guitarra y un cello a canciones bailables, a canciones clásicas, a rock experimental..."

La filosofía que podría desprenderse de sus letras es muy próxima al carpe diem, aunque advierten de que "no se trata de ir a lo loco por la vida", aunque sí consideran necesario "liberarse de las preocupaciones por el futuro y de los traumas que arrastras del pasado para centrarte en el momento, que en el fondo es lo único que tenemos".

Con un mensaje tan sustancial, no es de extrañar que Niños Mutantes hayan procurado dar a sus letras un papel protagonista. "Al principio nuestras letras eran más visuales, buscábamos imágenes y sensaciones, pero luego empezamos a contar historias y hemos acabado por decir verdades crudas que a veces duelen, pero que por eso mismo llegan a la gente", añaden.

Y es que los tres componentes del grupo siempre han tenido presente el objetivo de llegar o de llevar su música al mayor número de personas. Por eso, en los últimos diez años se han pateado las salas y escenarios del país, desde "los más cutres" hasta al escenario principal del Festival Internacional de Benicássim. "En un escenario es donde se aprende a tocar, a vivir la música de verdad. Te aporta muchos momentos mágicos, irrepetibles, y también algún que otro disgusto", explican.