"Nadal no vivirá de las rentas de la tierra"
Santana, Borg, McEnroe y Vilas creen que el español debe ganar otro 'grande' para entrar en su club de leyendas
El joven toro de las Pampas enseña sus fauces afiladas y embiste bajo su negra boina de inspiración picasiana. "Es obligatorio, sí, es obligatorio", dice Guillermo Vilas, the young bull of Pampas, que le decían, vencedor de Roland Garros, del Abierto de Australia y del de Estados Unidos. "Históricamente", prosigue; "siempre fue así: hay que ganar en varias superficies y repetir para ser considerado un grande". Habla Vilas con su sonrisa de hombre en paz consigo mismo, y su frase es una reflexión sobre Rafael Nadal y el torneo de Wimbledon, que arranca hoy convertido en un interrogante para la carrera del español.
Nadal tiene 22 años, el número dos del mundo desde hace tres, y un impresionante historial que incluye cuatro títulos consecutivos de Roland Garros y dos finales seguidas perdidas en Londres. ¿Debe conquistar otro grande distinto al de París para entrar en el club de los mejores de siempre?, le preguntan al argentino por comparación con Roger Federer, el genio de los doce títulos mayúsculos, que defiende corona en Londres.
Santana: "Le importa un huevo ser leyenda, pero debe ganar en otros sitios"
Vilas: "Lleva buen camino. Sólo aprende el que sabe que le falta. Él lo hará"
Borg: "Si supera las primeras rondas en Wimbledon, es mi favorito"
McEnroe: "Es el mejor jugador que nunca vi sobre tierra, pero..."
"Es obligatorio", contesta Vilas envuelto en un traje inmaculadamente negro; "pero Rafa ya ganó un torneo del Grand Slam y repitió. Lleva un camino muy bueno, porque tiene un equipo muy serio, es de familia de deportistas y por eso no tiene que aprender la métier [el oficio]. Su familia es de buena madera. Tiene todo para seguir avanzando, porque es un espíritu muy trabajador y respetuoso. Sólo aprende el que sabe que le falta, y Rafa lo hará, porque está adelantado. ¡No le metamos en compromiso con la historia! Su compromiso es con el presente".
"Yo creo", dice Manuel Santana, el mejor tenista español de todos los tiempos, campeón de Wimbledon, Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos, "que a Rafa le importa un huevo ser considerado una leyenda, pero que sí sabe que ganar en otros sitios es tan o más importante que ganar en París para ser considerado un jugador completo. No va a vivir de las rentas de ganar en tierra".
"Para llegar a ser lo que otros", prosigue; "tiene que ganar tres o cuatro torneos del Grand Slam más. Pongo un ejemplo: yo podía haber ganado perfectamente los Roland Garros de 1965 y 1966. Pero, en relación con la idea de ser una leyenda, en ese momento del tenis sólo se valoraba la hierba. Por eso me dediqué esos años a prepararla y gané Wimbledon. Poca gente se acuerda de que también gané el Abierto de Estados Unidos sobre hierba. Y yo hago el repaso de eso para que se vea lo importante que es ganar otro torneo del Grand Slam más que no sea Roland Garros, aunque en ése se venza siete u ocho veces", añade. "En su cabeza, Rafa sabe que es el rey de la tierra pero que debe ganar en otros sitios. Yo estoy seguro de que lo hará. Federer no va a estar toda la vida en Wimbledon y él, además, juega mucho en cemento".
Nadal debuta probablemente mañana en Wimbledon contra el alemán Beck sabiéndose un jugador "un pelín más completo" tras vencer su primer título en hierba hace una semana en Queen's. Entre los dos torneos, tres días de descanso en Mallorca, donde ha pasado sólo ocho en los últimos cuatro meses, un par de peces pescados en la mochila, un partido de exhibición cancelado sobre hierba, y la búsqueda de un nuevo título grande, el billete para entrar en el club de los mejores de siempre.
Se lo exige, por ejemplo, John McEnroe, el fino zurdo que se impuso en Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. "Nadal", ironiza mientras carga una bolsa de raquetas; "es el jugador al que mejor vi jugar en tierra, pero estaría bien, sin embargo, que para estar con todos nosotros ganara un torneo del Grand Slam en otro sitio". ¿Dónde? En Wimbledon, contestan todos los ex campeones.
"Si supera las primeras rondas, es mi favorito", concede Bjorn Borg, el hombre que venció seis veces en París y cinco en Londres. "Se siente a gusto. Jugó una final increíble el año pasado [perdió ante Federer]. No tuvo fortuna. Sí oportunidades. En cualquier caso, haber ganado cuatro títulos de Roland Garros es un éxito increíble. La competición es hoy muy dura. Ganar torneos grandes es un esfuerzo infernal".
A Nadal se le exige ya al nivel de los mejores de siempre. Compite bajo la sombra de un tenista mítico, Federer, vencedor de 12 torneos grandes, cinco de ellos en Wimbledon, donde debuta hoy ante el eslovaco Hrbaty. Y, por eso, Pat Cash, el tenista rockero que se impuso en la catedral de la hierba en 1987, prefiere esperar pacientemente al futuro. "El problema es que Rafael es el mejor número dos de la historia y que sólo es eso porque Federer está ahí...", dice. "Yo ya le veo como un gran jugador. Como uno de los mejores atletas que nunca jugaron al tenis. Todavía es muy joven. No nos adelantemos. Cuando tenga 25 años, hablaremos de si está entre los grandes, y veremos qué ha ocurrido con su carrera..."
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