Chaves, la cuenta atrás
El presidente reflexiona sobre su continuidad en la secretaría general del PSOE
Mañana lunes, la comisión ejecutiva federal socialista celebra su última reunión antes del 37º Congreso del primer fin de semana de julio. Será un día de despedida para muchos, aunque no para Manuel Chaves, el hombre tranquilo que transmite seguridad y sosiego a los suyos. Nadie duda de que continuará como presidente federal del PSOE. También mañana, casi a la misma hora, hay pleno de la ejecutiva regional del PSOE andaluz a cuyas convocatorias Chaves suma muchas ausencias como secretario general. Será la penúltima reunión, pero en este órgano las interrogantes de permanencia son enormes, empezando por la del propio Chaves.
Todas las fuentes consultadas aseguran que el también presidente de la Junta abrió, formalmente, la semana pasada un periodo de reflexión sobre su continuidad al frente de la secretaría general y una ronda de consultas con dirigentes, a los que no revela nada de manera explícita y a los que le pide opinión sobre todo (preocupa mucho la crisis económica) y sobre todos. Estos sondeos se interrumpieron abruptamente el martes pasado por el caso de corrupción del alcalde socialista de Estepona, que ha vuelto a provocar retortijones a muchos en este partido.
El líder socialista abre una ronda de contactos para sondear opiniones
"A algunos nos toca apoyar y convencer a otros", afirma un dirigente
Chaves está haciendo las cosas con su estilo más genuino. Sin que se sepa, pidiendo discreción máxima a los que hablan con él, un poco siguiendo la máxima de que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda, de modo que ni los que se creen de la máxima confianza de los convocados dicen tener constancia de esas reuniones. "Si eso fuera así, lo sabría, me habría enterado", dicen varios.
Las personas que han hablado con este periódico aseguran que no han escuchado de boca de Chaves cuál es su decisión. "No la tengo tomada", afirman que dice, pero todos "intuyen" cuál es. "Está más próximo a dejar la secretaría general que a quedarse", "está reflexionando", "tengo clarísimo que lo deja, pero no sé cómo se está articulando", "él ha dicho muchas veces que no quiere que le pase como a Felipe, que intentó irse tres veces y no le dejaron", "no está haciendo una ronda para decidir si debe o no presentarse, es más una cuestión táctica que de estrategia; la decisión la tiene tomada, aunque no quiere adelantarla sin medir todas sus consecuencias", son algunas de las afirmaciones recogidas.
La idea de dejar la secretaría general ya la pensó Chaves hace cuatro años, en el anterior congreso, pocos meses después del apabullante triunfo en las urnas donde ganó las elecciones autonómicas por mayoría absoluta. Y no le salió. Primero pensó en Mar Moreno, a la que él había aupado a la vicesecretaria general, como sustituta, pero la falta de acuerdo interno sobre ella -levantaba muchas suspicacias en algunos dirigentes melindrosos- hizo que descartara la operación. Luego, en Luis Pizarro, su leal secretario de Organización, el que de hecho lleva las riendas del partido desde hace 14 años. El cambio lo descartó al cruzarse, como suele ocurrir en los prolegómenos de los congresos del PSOE, un imprevisto: el entonces portavoz parlamentario, José Caballos, le alzó la voz a cuenta de querer más poder interno. Todo se fue al traste.
Y eso es lo que algunos temen que pueda ocurrir ahora. "Todo se puede estropear si salen dos y dicen: yo esto no lo veo". De hecho, conforme se va aproximando la cuenta atrás sobre la continuidad o no de Chaves al frente de la secretaría general empiezan a oírse voces, por ahora en privado, contrarias a la operación: "Es verdad que se lo está pensando, pero no le veo sentido que la deje. Me parecería un error grave siendo presidente de la Junta y con una legislatura por delante. Podría nombrar vicesecretarios, eso vale. Pero mientras siga siendo presidente de la Junta, no. Ya sabemos cómo funcionan las bicefalias, la experiencia no la aconseja. Es verdad que a efectos del partido el que se ocupa del PSOE es Luis Pizarro, pero a efectos de representación, no", dice un veterano dirigente con muchos trienios. "Yo no lo veo. Él debe pilotar la transición desde la secretaría general. Es fundamental que controle el partido", dice un miembro de la ejecutiva regional. "El partido no está maduro para eso. No es conveniente abrir más melones", apostilla un alcalde.
Pero oído esto, todos aseguran que respetarán y acatarán lo que decida -"no se va mover ni una hoja", pronostica un alto cargo-, dada la gran influencia, prestigio, credibilidad y, sobre todo, enorme respeto que le tienen a Manuel Chaves, secretario general desde 1994, en un sangriento congreso, y presidente de la Junta, desde 1990. De ahí, el desasosiego y el mareo que produce en muchos el posible cambio.
En el caso de que el relevo en la secretaría se produzca, son varios los dirigentes consultados que creen que "lo más lógico" es que se anuncie antes del 37º Congreso Federal, que comenzará el 4 de julio. "Él va asumir de nuevo la presidencia federal y este tema debería llevarlo despejado, escenificar una imagen de consenso", explica uno de ellos.
En cuanto al posible sustituto, la "única hipótesis posible", afirman, es Luis Pizarro, cuyo ascenso no se interpretaría en clave de sucesión, aunque sí marcaría el camino del relevo. El mismo análisis neutro hicieron los socialistas cuando Chaves, en su último gobierno, rompió una de sus pautas y decidió nombrar como vicepresidentes de la Junta a José Antonio Griñán y a Gaspar Zarrías, el más joven de la generación política del presidente. Se interpretó como un premio y un reconocimiento a tantos años de trabajo en común. Muchos de los consultados estiman que estas cuatro personas comparten la misma hoja de ruta y que terminarán juntos el ciclo más tranquilo y pacífico que ha vivido nunca la federación socialista andaluza. Salvo sorpresas, como siempre en el PSOE. (Continuará).
Maratón de congresos
El PSOE renovará en el mes de julio a todas sus ejecutivas. Encadena durante tres fines de semana seguidos sus congresos a los que se dedican en cuerpo en alma. Primero se celebrará el 37º Congreso Federal los días 4, 5 y 6 de julio al que asistirán 251 delegados andaluces. Andalucía, la comunidad con más militantes, representa el 26% del total de compromisarios. Una semana más tarde, en Granada, el PSOE andaluz celebra su 11º Congreso Regional, los días 11, 12 y 13 de julio, al que acudirán 651 delegados. Los procesos de elección de compromisarios se celebraron ya hace dos semanas en listas de consenso, salvo en Málaga. Una semana más tarde, el día 19, serán los ocho congresos provinciales, donde se barrunta división en dos agrupaciones: la de Málaga, donde hay anunciados dos candidatos a la secretaría general que deja Marisa Bustinduy, y la de Sevilla, a la que aspiran el actual secretario general, José Antonio Viera, y el delegado del Gobierno andaluz en Sevilla, Demetrio Pérez. En el resto, no se prevén divisiones, aunque sí cambios. Es el caso de Córdoba, donde José Antonio Ruiz Almenara dejará el testigo en manos de Juan Pablo Durán. Las salidas de Martín Soler en Almería y la posible marcha de Gaspar Zarrías en Jaén se conocerán una vez que Chaves despeje su futuro en el PSOE andaluz.
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