ERC mantiene con matices su apuesta por el tripartito

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) celebró ayer la segunda parte de su congreso para decidir cuál será su estrategia de futuro una vez escogidos el nuevo presidente, Joan Puigcercós, y secretario general de la formación, Joan Ridao, el fin de semana pasado.

El 88% de los militantes avalaron la ponencia oficial del partido, que mantiene la apuesta por el tripartito pero que también aboga por actualizar el pacto de gobierno. Ridao reiteró que "ERC no puede dar golpes de timón, sino virajes suaves", toda una declaración de intenciones para un partido acostumbrado a los bandazos y a la desestabilización permanente.

La única enmienda crítica con peso político que salió adelante es la que aboga por dar una respuesta clara en caso de que el Tribunal Constitucional recorte el Estatuto. En este caso el partido instará al Parlament a consultar a los catalanes si quieren ejercer un ambiguo "derecho a decidir".

El informe de Puigcercós, que recibió el discreto apoyo de un 61% de los delegados, abogaba por "cambiar cosas en este país que no van bien". No se refería tanto a su partido, en horas bajas desde el revolcón electoral de las últimas elecciones generales, como a la situación de la lengua catalana, la financiación de la Generalitat o el déficit fiscal catalán.

Los problemas llegaron para formar la nueva ejecutiva. El compromiso de los cuatro sectores en que se divide la militancia era buscar la unidad en la dirección, pero no se logró. Al final, el nuevo presidente impuso una dirección formada al 100% por sus afines, pero tuvo un severo voto de castigo que se reflejó en Xavier Vendrell, ex consejero de la Generalitat y mano derecha de Puigcercós. Vendrell fue vetado por la militancia y al final su puesto lo ocupará Carmel Mòdol.

La despedida de Carod

Josep Lluís Carod Rovira fue quien más defendió el actual tripartito. En su discurso como presidente saliente, Carod aseguró: "El cambio que queremos hacer lo queremos construir desde el Gobierno, desde la oposición nada de lo que hagamos será irreversible". El informe de gestión de Carod se aprobó por el 76% de los votos, casi 15 puntos más que los obtenidos por el texto de Puigcercós. Fue una última victoria para Carod en su amarga despedida de la primera línea de Esquerra Republicana.