"¡Es gas! ¡Es gas!"
4.000 desalojados en Benidorm por el accidente de un camión de propano
Cerca de 4.000 personas fueron desalojadas ayer de cinco hoteles y ocho bloques de viviendas de Benidorm (Alicante) por culpa de un escape de gas propano. Un camión cisterna con 20.000 litros de ese gas chocó contra un puente del centro de la localidad turística, lo que reventó unas de sus válvulas de seguridad y obligó a despejar el corazón financiero y administrativo de la ciudad turística alicantina, ante el peligro de explosión o de intoxicación. La situación volvió a la normalidad en tres horas. Pero el miedo se quedó en el cuerpo.
Vicente Sánchez, dueño del bar Samarkanda, frente al Ayuntamiento, vio cómo, de repente, la gente salía huyendo. "Aquello hacía fishhhh... He cerrado el bar y me he ido corriendo". María Ángeles Esquembre relató que estaba en un quiosco cuando oyó el ruido y "la gente empezó a gritar. Todos salieron corriendo de las tiendas exclamando: '¡Es gas!, ¡Es gas!". "No había casi nadie en el hotel" apuntó el recepcionista del Madeira. "El desalojo ha sido muy fácil", añadió una camarera del Cristal Park, "porque lo hemos ensayado en varias ocasiones con simulacros". "Nos hemos enterado en la playa y hemos decidido aprovechar la mañana tomando el sol", confesó por su parte un matrimonio de Bilbao.
El accidente se produjo a las 10.50, cuando un camión de Repsol con capacidad para 9.000 kilos de combustible, atravesaba las principales arterias del municipio, desde la avenida del Mediterráneo hacia la avenida de L'Aigüera, donde se encuentran el Ayuntamiento, la biblioteca municipal y las principales oficinas de negocios.
El conductor del camión hizo caso omiso de las indicaciones de altura máxima (3,25 metros) y penetró en el puente, que pudo atravesar sin dificultad. Sin embargo, el golpe de la válvula superior del depósito con el techo provocó su rotura, lo que hizo que el gas saliera disparado a presión, en forma de un surtidor de más de 10 metros de altura en algunos momentos.
La policía estableció un perímetro de seguridad de 300 metros en un primer momento y desalojó varios edificios, entre ellos dos hoteles. Pero, tras comprobar que el viento estaba moviendo el gas, aumentó la protección a 500 metros, vaciando decenas de edificios, comercios, restaurantes y tres hoteles más.
La Guardia Civil de Tráfico restringió los accesos a Benidorm y la Policía Local desvió la circulación del centro hacia la periferia. Los hoteles afectados, al 90% de ocupación, suman 2.200 plazas, mientras en el Ayuntamiento, también desalojado, trabajan más de 1.000 personas. Los efectivos sanitarios no tuvieron que intervenir. Sólo algunas personas sufrieron mareos.
El gas salió con fuerza hasta las 12.20, cuando los bomberos pudieron sellar la válvula del camión y trasladarlo hasta un descampado cercano al parque temático Terra Mítica, donde hicieron el trasvase de la carga que quedaba a otro camión. Fuentes municipales explicaron que el conductor del camión, que dio negativo en los controles de alcoholemia, colaboró en todo momento. La policía le tomó declaración y será un juzgado el encargado de determinar posibles responsabilidades.
El presidente de la Asociación Hostelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), Antoni Mayor, responsabilizó a la administración de los retrasos en la canalización del gas, y pidió "medidas urgentes y definitivas".
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