Reglamento flexible

El Reglamento de las Cortes goza de una flexibilidad inefable. Nadie es capaz de explicarla. El miércoles, la socialista Carmen Ninet quiso plantear ante el pleno una pregunta que había registrado su compañera Nuria Espí, ausente por enfermedad. No pudo. Ayer, sin embargo, la socialista Ana Noguera defendió una moción registrada por su compañero Adolf Sanmartín. No hubo ningún problema. "¡Aquí estoy!", saludó Noguera desde la tribuna. Ni una explicación, ni un comentario.

José Cholbi, vicepresidente de las Cortes, argumentó el miércoles que las preguntas orales las formulan los diputados que las registran, no los grupos parlamentarios. Un breve intercambio de opiniones posterior entre Ricardo Costa y Ángel Luna, portavoces del PP y del PSPV, desembocó en el abandono del pleno de los socialistas. Una protesta contra la arbitrariedad y la nula consideración de la mayoría del PP hacia la oposición.

Las mociones subsiguientes, como las preguntas, las firma el diputado que las registra. En ambos casos, el portavoz del grupo parlamentario se da por enterado del contenido.

Noguera comunicó por escrito a la Mesa, lo mismo que Ninet, su intención de defender la moción de su compañero. Desde la tribuna, la diputada socialista detalló las similitudes entre ambos casos. Y aventuró la razón de su desenlace contradictorio: "A mí me dejan hablar de Formación Profesional, algo que no interesa a nadie, pero está prohibido poner en cuestión la Ràdio Televisió Valenciana, el aparato de propaganda del César [Francisco Camps]".