Más volatilidad y pesimismo

La volatilidad se ha disparado en la Bolsa española en esta última sesión, en la que el Ibex 35 llegó a subir el 1,24% por la mañana y a caer el 1,51% por la tarde.

La importante diferencia entre una y otra posición se debió al mercado del petróleo, nuevamente zarandeado por un dato menor, como es el nivel de las reservas estadounidenses en la semana. Las reservas de crudo descendieron algo más de lo que esperaban los expertos y el precio del petróleo se disparó en los mercados hasta rozar los 137 dólares el barril en Nueva York y superar los 136 dólares en Londres. Las consecuencias para los mercados de valores fueron muy negativas y el Ibex 35 perdió el 1,34% al cierre de la sesión, con lo que quedó en 12.584,30 puntos.

Con esta caída el Ibex 35 deja muy atrás los "mínimos de marzo" como referencia inmediata y ya sólo tiene por delante el mínimo anual de enero que, con 12.254,60 puntos, es considerado por algunos habituales como un auténtico "agujero negro".

La respuesta a las dudas sobre en qué fase se encuentra el mercado adquiere en algunos momentos un tono de adivinanza, pues bien pudiera estar haciendo una pausa dentro de la recuperación o, por el contrario, lo que resultó una pausa dentro del proceso descendente fue la última subida de mayo. En cualquier caso, las expectativas de la renta variable pasan siempre por lo que pueda suceder con el petróleo, un mercado dispuesto a aprovechar cualquier circunstancia para mejorar los beneficios de los que allí invierten.

Los datos del IPC del pasado mes de mayo para varios países europeos son elocuentes, con Francia en un nivel desconocido desde julio de 1991 y España alcanzando ya el 4,6%.

Los vaivenes de la Bolsa han provocado la subida de la contratación por segunda sesión consecutiva hasta alcanzar los 4.924,21 millones de euros, de los que 4.190,75 procedían de las operaciones del "mercado abierto". De esa cifra, el 70% se concentró en cinco valores.