Castells rebaja la previsión de crecimiento económico hasta el 1,5%

El consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, cifró ayer el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Cataluña para este año en el 1,9%, frente al 3,6% de 2007. Esta previsión quedó algo en evidencia unas horas más tarde, cuando el consejero de Economía, Antoni Castells, se mostró más pesimista y situó el crecimiento catalán entre el 1,5% y el 2%, frente al 3% que señalan los Presupuestos de la Generalitat y al 2% del último pronóstico para la economía española.

Economía confía en un buen modelo de financiación en agosto

Carod y Castells, que llamaron a este parón "desaceleración", participaron en el XIX Encuentro Empresarial del Pirineo, un foro económico que en esta edición ha reunido a 400 empresarios y políticos en La Seu d'Urgell. Carod precisó que sus previsiones podrían empeorar a lo largo de 2009, lo mismo que en toda la zona del euro. Posteriormente, en una comida coloquio, el responsable de las finanzas catalanas suavizó su discurso y dijo que la situación actual no es peor que la que se vivió durante la crisis de 1992. "No quiero hacer ahora una previsión, pero creo que rondará el 2%. De todos modos, daremos a conocer las cifras cuando finalice el segundo trimestre", señaló.

Los dos representantes del Gobierno catalán coincidieron en que la crisis del sector inmobiliario es en gran medida la responsable del mal momento que atraviesan las finanzas de la Generalitat. Por eso consideran fundamental negociar con el Gobierno central un nuevo modelo de financiación autonómica, más estable y duradero que el actual.

Carod Rovira admitió que éste "no es el mejor marco para iniciar las negociaciones", aunque Castells dijo que la financiación es ahora más imprescindible que nunca y que lo que se pide desde Cataluña es "razonable" y está en la línea de los países que funcionan bien, como Alemania y Canadá. En su opinión, la negociación se ha de hacer con "firmeza" y con el objetivo de reequilibrar los recursos del Estado y los del conjunto de las comunidades autónomas. "Se trata de tener la llave de nuestros ingresos. El Estado", señaló Castells, "se ha permitido tener superávit y bajar algunos de sus impuestos porque los mecanismos de solidaridad han acabado perjudicando siempre a los territorios que, como Cataluña, han hecho un mayor esfuerzo fiscal. Espero que en esta negociación, que es muy importante para Cataluña, podamos ir juntos todas las fuerzas políticas, la sociedad y los empresarios". Castells aseguró que se esmerará al máximo para que se cumpla lo que prevé el Estatuto. "Haremos todo lo que haga falta para que el 9 de agosto esté cerrado un buen modelo, para que pueda entrar en vigor en enero de 2009".

Carod destacó la vulnerabilidad actual de las finanzas catalanas y la incapacidad del actual modelo de financiación para cubrir el coste de los servicios que presta la Generalitat a 7,5 millones de ciudadanos que tienen la tarjeta sanitaria. Por eso, en su opinión, "será determinante cómo se cierra el nuevo sistema de financiación".

Asimismo el consejero de Vicepresidencia afirmó que el actual modelo de financiación ha perjudicado a Cataluña y ha pervertido el concepto de solidaridad. "Esta solidaridad mal entendida y abusiva", agregó, "es la que genera de manera creciente una insuficiencia de recursos que pone en peligro el crecimiento económico y el Estado de bienestar en Cataluña, que ha sido solidaria y quiere seguir siéndolo, pero empezando por aquellos más cercanos que también necesitan solidaridad". Al referirse al nuevo modelo de financiación, indicó que ha llegado el momento de poner algunos límites: "La solidaridad no puede ser un estado permanente del alma de los catalanes. Si la solidaridad no tiene límites en el tiempo, no será solidaridad, será otra cosa".