El Supremo 'torea' en Las Ventas

El concurso que entregó la gestión de la plaza de Las Ventas a la empresa Toresma II, propiedad de la familia Lozano, es nulo. Seis años después de la adjudicación, el Tribunal Supremo, en una sentencia del pasado 29 de abril que ya es firme, rechaza el recurso de casación que presentó el Gobierno regional contra una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia.

Un portavoz del Ejecutivo de Esperanza Aguirre afirmó ayer que esta decisión no afecta a la gestión actual de la plaza. Desde 2006 es la empresa Taurodelta la que está al frente del coso.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia afirmaba que un "defecto de forma" en el proceso de adjudicación -realizado bajo la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón, también del PP- causaba la "indefensión" de las otras cinco empresas que se habían presentado al concurso en 2002. El nuevo fallo da la razón a la empresa Servicios Banf 2000, liderada por el francés Simón Casas, que recurrió la adjudicación de Las Ventas.

El defecto de forma consiste en que, en el momento de comunicar la propuesta de adjudicación, la mesa de contratación debía haber convocado a todos los concursantes para comunicarles su decisión y que éstos formularan sus alegaciones. Pero no lo hizo. Por eso, el Tribunal Superior ordenaba "retrotraer el procedimiento de adjudicación al momento en el que se cometió la infracción". Y ahora el Supremo lo confirma.

"Tampoco se ha cumplido este trámite en los concursos de 2004 y 2006", precisó ayer Ignacio Lloret, abogado de Servicios Banf 2000, que también ha recurrido por las mismas razones esas adjudicaciones. Aún no hay dictamen, aunque el primer caso está visto para sentencia y, el segundo, en fase probatoria.

El portavoz del Gobierno regional afirmó que los concursos posteriores "anulan" el de 2002. "Los perjudicados, si lo demuestran, podrán pedir daños y perjuicios", aseguró. Pero si uno de los dos procesos judiciales en marcha acaba con una nueva sentencia del Supremo en los mismos términos que la conocida ahora, sentaría jurisprudencia de este tribunal y, por tanto, habría que repetir los concursos.