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Reportaje:

"¡Nos estamos jugando la vida, son bandas latinas!"

Una mujer relata la pelea entre Ñetas y DDP del sábado en O'Donnell

Navajas. Machetes. Armas de más de 30 centímetros de filo con empuñadura de espada. Un chico con un tajo en la barbilla y cubierto de sangre entre las decenas de jóvenes que se abalanzaron hacia el vagón de metro. Las armas empuñadas por sus enemigos iban a por él. Eran bandas rivales latinas. Chicos muy jóvenes, entre 16 y 20 años. Cerca de la mitad, chicas desarmadas. Algunos usaban a otros pasajeros como escudo para eludir los embates de los agresores.

"¡Ayúdenos, señora, que nos estamos jugando la vida. Son bandas latinas!". Carmen Huidobro recuerda que varios chicos le dijeron eso mientras se parapetaban tras ella para huir de sus atacantes el sábado por la noche en la estación de Metro de O'Donnell. Cerca de 25 viajeros viajaban en su vagón, detenido en esa parada. "Se abrieron las puertas del metro y empezaron a entrar los chicos. Uno estaba cubierto de sangre y herido cerca del cuello. Los otros, armados, iban a por él", relata la testigo. "Se amenazaban con las armas. Entraban y salían del vagón continuamente. Algunos se escondían detrás de nosotros para evitar los navajazos".

"Se escondían detrás de nosotros para evitar los navajazos", afirma una viajera

"Serían cerca de 40, entre los que entraron al vagón y los que estaban bloqueando el andén o subiendo y bajando las escaleras", asegura Huidobro. Detalla que algunas de las chicas trataban de desarmar a los varones. Otras se quedaban inmovilizadas por el pánico.

Cuando los más agresivos bajaron del vagón, Carmen Huidobro y otros cuatro pasajeros trataron de escapar del subterráneo. "No sabíamos adónde ir. Estaban dentro del vagón y en el andén, y cuando llegamos a las escaleras vimos que el que portaba un arma similar a una catana la había golpeado contra algo con fuerza, porque estaba doblada. Nos sentíamos tremendamente indefensos", asegura la testigo. "Ni un guarda. Ni un policía. Nada en diez minutos". Sólo las bandas rivales, y los pasajeros, hasta que llegó un guardia de seguridad.

En la superficie, cerca de un cuarto de hora después, el SAMUR atendía a dos jóvenes heridos. Uno de ellos, de 17 años y origen peruano, recibió un corte profundo, causado por un arma blanca, en el costado izquierdo. Fue ingresado en el Hospital Gregorio Marañón en estado grave. El otro, también menor, resultó herido de menos consideración en los glúteos.

Fuentes de la Jefatura Nacional de Policía han confirmado que se trató de una pelea entre bandas latinas rivales, Ñetas y a los Dominicans Don't Play (DDP). En total se ha detenido a 11 jóvenes por los incidentes. Cuatro de ellos son menores. Todos han pasado a disposición judicial. El Cuerpo Nacional de Policía encontró en las inmediaciones del lugar de los hechos varias navajas y machetes y un arma de fuego.

Las bandas latinas han registrado una fuerte expansión desde 2000. Están activas en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Alicante y han captado a miembros españoles. Se caracterizan por tener lazos de cohesión muy fuertes entre los miembros, que son obligados por la fuerza a permanecer en el grupo incluso contra su voluntad.

Los Ñetas se fundaron en 1979 en Puerto Rico para defender los derechos de los presos, hasta que se reveló como una banda violenta muy activa en Latinoamérica que se expandió a los jóvenes inmigrantes a Estados Unidos y Europa. En España cuentan con menos de un centenar de seguidores, gracias a que la policía ha diezmado otras bandas latinas en los últimos tiempos. Los Dominicans Don't Play (Dominicanos no juegan), con gran presencia como banda violenta en las calles de Nueva York, han cobrado fuerza en España (130 miembros en 2007, según fuentes policiales).

Salida del metro de O'Donnell, donde se produjo la pelea
Salida del metro de O'Donnell, donde se produjo la peleaULY MARTÍN

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