La FIFA se empeña en la regla del '6+5'

El 15 de diciembre de 1995 el Tribunal de Luxemburgo derribó, en una decisión sin precedentes, las barreras proteccionistas de la UEFA y la FIFA. Jean-Marc Bosman, un desconocido centrocampista belga, le ganó el pulso a los organismos rectores del fútbol y les obligó a aceptar que los jugadores nacidos en países comunitarios no ocupasen plaza de extranjero, de acuerdo con la libre circulación de trabajadores, uno de los pilares de la Unión Europea.

Doce años después, la FIFA quiere paliar los efectos negativos de la ley Bosman: "La competitividad comienza a menguar", asegura Joseph Blatter. "Las canteras han visto mermada su formación, y para los clubes es más sencillo pagar a un profesional que esperar a que se desarrollen los nuevos valores. Algo no funciona". El Congreso anual de la FIFA respaldó ayer la propuesta de su presidente de aplicar de forma progresiva la regla del 6+5, que prevé un mínimo de seis jugadores nacionales en las alineaciones titulares de los clubes para 2012.

Esta regla, según la UE, choca frontalmente con la libre circulación de trabajadores. La Comisión la considera una "discriminación directa" por motivos de nacionalidad. El comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, sí se mostró partidario de la idea de la UEFA de establecer una cuota de jugadores entrenados en los equipos de cada Estado. "Al contrario que el 6+5, ésta es una medida legal y apoya el desarrollo de los jóvenes", insisten desde la UEFA, que hace cuatro años reclamaba "ocho canteranos como mínimo en las convocatorias".

La alternativa que ahora plantea la institución que preside Michel Platini es una cuota fija de cuatro canteranos [para que se les considere como tales deben haber permanecido en ese club al menos tres temporadas] con edades comprendidas entre los 15 y 21 años, "y que otros cuatro se formen en cualquier escuadra afiliada en la federación del país donde se compite".