Ence negocia con Jove, Rey y Campo para invertir en la nueva fábrica
La ubicación de la planta que sustituirá a la de Pontevedra está sin decidir
Ence mantiene abiertas negociaciones con un grupo de empresarios integrado por Manuel Jove, ex presidente de Fadesa; Jacinto Rey, presidente de Constructora San José, y Epifanio Campo, ex accionista de Siderúrgica Añón, para proceder a una inversión de entre 450 y 500 millones de euros para levantar una planta de celulosa en Galicia que reemplace al complejo industrial que la compañía tiene al lado de la ciudad de Pontevedra.
La nueva empresa podría optar a la concesión de parques eólicos
Las conversaciones, que por parte de Ence ha llevado directamente su presidente y máximo accionista, Juan Luis Arregui, se han acelerado en las últimas semanas, sin que por el momento se haya decidido la capacidad de procesamiento de la nueva planta, que cerraría el ciclo productivo del papel, ni su ubicación, al margen de que se hayan estudiado varios posibles emplazamientos, entre ellos, As Pontes.
Según fuentes conocedoras de las negociaciones, el grupo de empresarios formado por Jove, Rey y Campo, que se iba a presentar con distintas propuestas al nuevo concurso de concesiones eólicas impulsado por la Consellería de Industria, está en estos momentos reelaborando sus ofertas de cara a un eventual planteamiento conjunto en una sola propuesta, en la que la inversión en la planta papelera vendría a ser un inmejorable complemento industrial.
El proyecto de la nueva empresa, que incluiría la nueva planta de celulosa y proyectos de generación eléctrica, puntuaría en el proceso para optar a un mayor número de megavatios en el concurso de adjudicación de parques eólicos, ya que uno de los requisitos que ha fijado la Xunta en el procedimiento es la capacidad económica de los nuevos adjudicatarios, pertenezcan o no al sector, y los proyectos empresariales que lleven aparejadas sus propuestas. Para ello, la nueva sociedad debería estar constituida antes del 18 de junio, fecha límite para presentar propuestas a las concesiones eólicas.
Fuentes de Ence señalaron ayer que están abiertos a negociar cualquier alternativa, y admitieron que han mantenido encuentros tanto con representantes de la Xunta como con diversos empresarios. Los tres empresarios que negocian con Ence figuran entre los más solventes de Galicia.
Manuel Jove afronta diversos proyectos industriales tras haber vendido Fadesa a Fernando Martín a finales de 2006, en una oferta pública de adquisición formalizada por importe total de 4.100 millones de euros. Jacinto Rey preside Constructora San José, con sede en Pontevedra, que acaba de integrar a la inmobiliaria Parquesol, que cotiza en Bolsa, dando lugar a un grupo con 1.555 millones de euros en ventas y un valor estimado de mercado que ronda los 3.000 millones de euros.
Epifanio Campo es un activo inversor que controla un grupo cerámico y que procedió a la venta el año pasado de su participación en Siderúrgica Añón al grupo Catalán Celsa, operación que se elevó a 415 millones de euros. Tras la venta, su socio, Edelmiro Manuel Añón, optó por tomar una participación reñevante en la Corporación industrial de Caixa Galicia.
Fuentes de la Xunta, conocedoras de las negociaciones desde el inicio, aclaran que el traslado de Ence, fijado como máximo para 2018, cuando acaba su concesión administrativa (el de Elnosa está previsto para 2011), y el plan industrial que llevará aparejado es una decisión transversal en la que participarán al menos las consellerías de Industria, Medio Ambiente, Traballo y Economía. También aseguran que Ence se ha mostrado receptiva a la entrada como socios de empresarios gallegos. De otro lado, la reciente aprobación de la Autorización Ambiental Integrada por tres años para Elnosa por parte de Medio Ambiente, y criticada por el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, ha supuesto un contratiempo no previsto para el grupo inversor, según fuentes cercanas a las negociaciones.
Al margen de la planta de Reganosa, que contó con una inversión superior a los 350 millones de euros, la nueva papelera sería la mayor inversión industrial en Galicia desde que se levantó el complejo de Alúmina-Aluminio en San Cibrao, en la década de los setenta.
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