Lissavetzky lleva la oferta de Muñoz a los tenistas

Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, se trasladó ayer desde Alicante a Düsseldorf, pasando por París, para mediar en el conflicto que enfrenta a Pedro Muñoz, presidente de la federación de tenis, con los ocho mejores jugadores de España.

Lissavetzky se reunió con seis de los tenistas y les ofreció un documento en el que Muñoz se comprometía a no presentarse a la reelección este año -dejaría el cargo en diciembre o enero- y a "dejar en suspenso" tres de los desacuerdos que han marcado la polémica, que deberán ser negociados con el nuevo presidente. Primero, los criterios de selección de los tenistas que irán a los Juegos de Pekín: se tendrá en cuenta sólo el ránking, y no la disponibilidad demostrada para representar a España o la sintonía con la federación. Segundo, la organización de torneos ATP y WTA en España: la federación exigía el pago de un canon de entre el 1 y el 5% de la bolsa de premios. Y tercero, la vestimenta: la Federación persigue que los tenistas representen a España con sus colores y el nombre del país en la camiseta, pero la exclusividad recogida por los contratos de los jugadores con sus marcas lo impide. La propuesta está firmada por Javier Duarte, director deportivo de la federación, y no por Muñoz.

"Va a ser complicado"

"Nosotros le hemos manifestado al secretario de Estado", explicaron fuentes cercanas a los tenistas, que se reunirán en los próximos días, "que para los jugadores va a ser complicado llegar a un acuerdo, sobre todo tras los mensajes que nos mandó. No confiamos en el personaje".

Los jugadores deben decidir ahora si aceptan el documento o tienen otras peticiones. Algunos, por ejemplo, quieren que se levante el castigo a Carlos Boluda y Javier Martí, los dos mejores juveniles españoles, sin beca ni inscripciones en torneos por parte de la federación por tener contrato con una marca deportiva que les exige exclusividad en la vestimenta.

Otros recuerdan el caso de Carlos Moyà, que dice haber sido amenazado con no ir a los Juegos. Y hay, además, tenistas que preferirían que Muñoz abandonara la presidencia inmediatamente. Varios jugadores, sin embargo, se mostraron dispuestos a renunciar a algunas de sus propuestas en favor de una posición apoyada unánimemente por los implicados.