Ibrahimovic engrandece al Inter
Dos goles del sueco sellan la tercera Liga seguida y el Milan se queda sin 'Champions'
Ibrahimovic, el potente delantero sueco del Inter de Milán, llevaba una vuelta entera sin marcar y varias semanas lesionado. Ayer regresó en el momento justo. Salió en el segundo tiempo en Parma, y sus dos goles eléctricos, bajo un diluvio, convirtieron al Inter en campeón de Italia por tercer año consecutivo y decimosexta vez en la historia (0-2).
El Roma, que acabó empatando en Catania (1-1), acarició el scudetto durante cerca de una hora, pero al final plegó la bandera con honor. Ibrahimovic resolvió, el Catania empató y el Parma, que había despedido a Héctor Cúper de su banquillo, descendió a la Serie B el día que lo mereció menos. La jornada feliz del Inter se completó en Turín, donde la victoria de la Fiorentina dejó fuera de la Champions al deprimido Milan de Silvio Berlusconi, que se conformará con una escuálida UEFA.
"Ha habido siete u ocho partidos falseados", se quejó De Rossi, del Roma
Aunque el Observatorio para la violencia había prohibido a los tifosi del Inter viajar a Parma, y a los del Roma visitar Catania, muchos aficionados del Inter acudieron al Tardini. Antes del partido, un policía resultó herido por el lanzamiento de una botella. Después, los interistas, que celebran su segundo título seguido en la calle -el primero de la lista de tres consecutivos fue ganado por el Inter cuando el Juventus fue desposeído del campeonato por los amaños mafiosos del Caso Moggi- festejaron el título destrozando una escuela vecina al estadio.
Un final feo para una campaña histórica -el Inter no ganaba tres títulos seguidos desde la época del mítico Helenio Herrera-, que el equipo de Roberto Mancini empezó brillante y avasallador y ha acabado sin fuelle y entre enorme sufrimiento, dentro y fuera del campo. Unas escuchas telefónicas de la policía revelaron que varios jugadores del Inter mantenían relación con un sastre de lujo que acabó detenido por tráfico de drogas.
La diferencia de un punto con el Roma obligaba a ganar a los jugadores interistas, pero los de Mancini sestearon a placer durante todo el primer tiempo, dejándose dominar por un Parma tan voluntarioso como exento de pegada. En Catania, una genial jugada individual de Vucinic adelantó al Roma en el minuto ocho, y colocó provisionalmente a los de Spalleti como campeones de la Liga italiana contra todo pronóstico. En los últimos meses de competición, el equipo de la capital ha jugado huérfano de Totti, su gran estrella, lesionado.
La indolencia nerazurra duró hasta el minuto seis del segundo tiempo. Ahí entró Ibra, como le conocen en el vestuario, y todo cambió. El Inter empezó a empujar, y el sueco a tirar desde cualquier posición.
En el minuto 15, Gasbarroni pierde una pelota, el Inter contraataca e Ibrahimovic la enchufa desde fuera del área. Poco después, Balotelli, la joya de 17 años que por tener sangre negra no tiene ciudadanía italiana, roza el 2-0. La exhibición de Ibrahimovic se cierra con un cabezazo desviado, y la volea del título. En el 40, un centro largo de Maicon lo empala abajo un Ibra inapelable.
Delirio en Milán, con la afición en las plazas, y disgusto en las filas romanistas, que encajaron mal la derrota y achacaron la decisión del campeonato a los arbitrajes. "Ha habido siete u ocho partidos falseados", acusó el centrocampista De Rossi, un maestro del juego de contención y de la retórica. "Es una pena hablar de esos episodios, pero es que este año ha sido el fin del mundo. Me pregunto qué habría pasado si la Juve hubiera hecho lo que el Inter. Los dos meses que estaba peor ganó nueve partidos de diez", continuó. "Lo digo por honestidad intelectual y porque quiero mucho a mi equipo", cerró.
El presidente interista, Moratti, aprovechó para sacar pecho: "Toda Italia estaba contra nosotros, pero hemos ganado. Estamos orgullosos. Somos una sociedad bellísima y merecíamos el título". El gran personaje del año ha sido, sin embargo, Alessandro del Piero. Con 21 goles, el Príncipe de Turín se ha proclamado máximo goleador del calcio a sus 34 años, y ha dejado tercero al Juventus en la temporada de su regreso a la élite del fútbol tras el descenso con el que el club fue castigado por el caso Moggi.
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