A Los Ángeles tras la pista del próximo 'CSI'
En este instante, las personas que se encargan de comprar series extranjeras para Televisión Española, Antena 3, Cuatro, Tele 5 y La Sexta están aterrizando en Los Ángeles, durmiendo en Los Ángeles, comiendo en Los Ángeles, repasando su agenda del día siguiente en Los Ángeles. Mañana arranca Los Angeles Screenings, una cita crucial para las cadenas de televisión de todo el mundo: durante una semana, los grandes estudios de Hollywood - Universal, Warner, Disney ABC, Fox, Paramount y Sony Pictures- les abren sus puertas para mostrarles los capítulos piloto de las series que están produciendo para la próxima temporada.
Esta semana, los estudios enseñan a las teles extranjeras sus capítulos piloto
Los futuros Friends, House, Perdidos... También es una semana crucial para los estudios: las ventas internacionales les aseguran unos ingresos de 5.000 millones de dólares (3.200 millones de euros) anuales. Y tratan a sus potenciales clientes como reyes.
Así que unos 1.500 representantes de cadenas de decenas de países están ahora en California. Mañana se pondrán elegantes, pero sin pasarse (en Los Ángeles se consideraría una catetada), y se dirigirán al estudio que marque su agenda. Una vez cacheados y bajo vigilancia (los capítulos piloto se protegen como oro en paño), se sentarán en una sala de proyección con el aire acondicionado a tope. Les darán papel y boli para tomar apuntes. "Hay que hacerlo. Si no, acabas mezclando tanta serie", dice Mercedes Gomero, subdirectora de compras y ventas de Antena 3. Entre las 9.00 y las 17.00 verán un piloto tras otro, aunque este año, a causa de la huelga de guionistas, serán menos de los habituales y el ritmo más relajado. Durante la proyección, se harán preguntas. ¿Será éste el nuevo CSI? ¿Por cuánto podré sacar esta serie? Si yo no lo hago, ¿se la quedará la competencia?
En cinco años, las series han ganado puntos como objeto de deseo. En España, el punto de inflexión lo marcó el estreno de CSI. Que Tele 5 dudaba de su éxito se deduce de la fecha de estreno: el 15 de julio de 2002, en pleno verano. Seis años más tarde, ahí sigue. Incombustible. Y la parrilla ha sido invadida de títulos de todo tipo. "Hace unos años, íbamos a Los Angeles Screenings casi de paseo", recuerda Ghislain Barrois, director de producción ajena de Tele 5. "Buscábamos películas. Las series no las queríamos ni borrachos. Nos las llevábamos porque los estudios nos obligaban. Motu proprio no las comprábamos jamás en la vida".
Pero las cosas han cambiado: la demanda se ha disparado, así como su precio. Para fijarlo, primero se calcula cuánto podría ingresar una cadena al emitir la serie en cuestión. A partir de ahí, todo queda en manos de las artes negociadoras de los implicados. Sería estupendo darles una cifra más ajustada, pero vendedores y compradores tienen los labios sellados. Ahí va una aproximación: la horquilla se mueve entre los 8.000 euros por un capítulo de una comedia de catálogo hasta los 150.000 euros por un capítulo de un drama de estreno. Los dramas (Perdidos, Prison Break, 24...) son más caros: el precio medio por capítulo de uno de estreno ronda los 70.000 euros. El de una comedia, los 30.000 euros.
Para reducir costes y asegurarse un mínimo de material, las cadenas llegan a acuerdos con los estudios: compran paquetes con varios productos, se aseguran opciones de compra... Así fue como Mujeres desesperadas y Perdidos llegaron a manos de TVE. La cadena tenía un acuerdo con Disney y fueron los primeros a quienes se las ofrecieron ("no nos creíamos nuestra suerte", reconoce José Antonio Antón, director de adquisición de derechos). Otra historia: para hacerse con Prison Break, su serie estrella, La Sexta batalló con dos cadenas. Ganó, entre otras cosas, porque se llevó otros tres títulos del estudio a cuestas: Bones, Me llamo Earl y Cómo conocí a vuestra madre.
"Es un mercado muy particular", explica Álex Flórez, responsable de producción ajena de Cuatro. "Traducido al mundo del deporte, es como si el Barça firmara un contrato con un equipo argentino con una buena cantera asegurándose la primera opción para fichar a sus estrellas. Pero estos acuerdos van cayendo en desuso porque esclavizan mucho. Cada vez más nos interesa negociar serie a serie". ¿Y cómo se consigue engatusar a los estudios? "Seduciendo, siendo un buen relaciones públicas, explicando que vas a tratar su producto con mimo...", explica Sergio Ramos, responsable de compras de La Sexta.
Dentro de una semana, los 1.500 compradores volverán a sus países. De nuevo en su despacho, sacarán la calculadora con un ojo puesto en la parrilla y otro en el bolsillo. No hay que fiarse de los cantos de sirena. Un capítulo premiado no asegura una gran audiencia. Y lo contrario: productos que no despiertan interés acaban arrasando. ¿Sabían que, antes de que Cuatro se hiciera con House, la serie llevaba un año en el mercado y dos cadenas renunciaron a ejercer su derecho de compra? ¿O que Tele 5, que tenía un acuerdo con Disney, pasó olímpicamente de CSI hasta que su éxito de audiencia en EE UU les obligó a dar marcha atrás precipitadamente? En eso consiste ahora su tarea. En abrir los ojos para descubrir dónde se esconde la próxima gallina de los huevos de oro.
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