Un ataque "nada casual"
Mientras atendía en un hotel donostiarra a sus invitados, representantes de asociaciones de afectados por el terrorismo procedentes del extranjero que habían llegado a San Sebastián para asistir hoy al acto del Kursaal, Maixabel Lasa mantenía ayer entre sus manos las fotografías del monolito erigido en memoria de su marido, Juan María Jauregi destrozado por radicales la madrugada. Se las había enviado un familiar para que conociera el alcance del ataque.
La estela fue levantada en el monte Burnikurutzeta, cerca de Legorreta, de donde era natal, por amigos del ex gobernador civil guipuzcoano, asesinado por ETA en julio de 2000. La fotografía mostraba el monumento caído del pedestal de piedra sobre el que fue erigido. Aunque aparentaba tranquilidad, la directora de la Oficina de Víctimas llevaba la procesión por dentro.
"Este ataque no es casual", declaró después a la prensa. "Lo han hecho porque mañana celebramos el segundo homenaje de reconocimiento a las víctimas". Lasa añadió: "Si en la intención de quienes han cometido tamaña barbaridad está el amedrentarnos, se equivocan. Seguiremos trabajando en defensa de las víctimas y para desterrar el fanatismo de los impresentables que han cometido este acto".
Recalcó que tanto ella como los amigos de Jauregi que erigieron la estela, la recompondrán cuantas veces haga falta. "Veremos quien se cansa antes", resumió.
Lasa pidió a los ciudadanos donostiarras y guipuzcoanos que tengan el "coraje cívico" de acudir al acto de hoy, que les ofrece la oportunidad de mostrar su solidaridad a más de 500 afectados por el terrorismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.