Cuatro de cada diez catalanes dicen que la sequía es su principal inquietud
De la Vega asegura que la tubería para el agua del Ebro se hará aunque llueva
El desasosiego por la sequía ha llegado a los hogares catalanes: el 42,9% de los ciudadanos señalan la falta de agua como su preocupación principal, muy por encima de cualquier otro factor, según el barómetro de mayo que presentó ayer el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO).
"Es una cuestión circunstancial, pero demuestra el impacto de la falta de agua entre la población", señaló el director del CEO, Gabriel Colomé. El segundo problema es la inmigración (27,2%).
Montilla sostiene que ha llegado la hora de tomar decisiones de fondo
Colomé aseguró que la encuesta quedó condicionada por la coyuntura. La primera quincena de abril, cuando se telefoneó a los 2.000 entrevistados que integran la muestra, fue especialmente agitada: se produjo la eclosión del debate sobre el trasvase del Segre, plan finalmente descartado y sustituido por el del Ebro. En consecuencia, la fotografía que ilustra el sondeo ha quedado "distorsionada" por la escasez de agua, indicó Colomé.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el Gobierno no tiene intención alguna de paralizar las obras para la tubería que debe llevar agua del Ebro hasta la red de Aguas Ter-Llobregat, para que abastezca a Barcelona si persiste la sequía.
"Es evidente que si persisten las lluvias la situación mejorará, pero no hay ningún cambio en la posición del Gobierno porque no hay garantías suficientes para decir que en el futuro no puede haber problemas". Así, el Ejecutivo responde a las declaraciones del presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, quien en nombre del "sentido común" daba por solucionado el problema de la sequía en Cataluña. "Si con 40 hectómetros cúbicos hace dos semanas podíamos resolver el problema, en este momento, cuando han entrado más de 50 hectómetros cúbicos, el sentido común me dice que el problema ya está resuelto", dijo Iglesias en una visita a Monzón. De la Vega afirmó que el decreto para el minitrasvase es una iniciativa "legítima".
En la misma línea, el presidente de la Generalitat, José Montilla, afirmó que es el momento de "adoptar las decisiones de fondo que permitan resolver esta y futuras situaciones de sequía". Durante la celebración de los 25 años de la Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya (FCAC), apuntó que la situación actual de sequía no es ocasional, sino que "obliga a más reflexión, más prudencia y más medidas que nunca".
Las reservas de los pantanos que abastecen al área metropolitana superaron ayer el umbral del 30%, llegando al 30,4%. Pero la cantidad de agua embalsada es del 25,8% menos que hace exactamente un año.
Otro problema que emerge entre los catalanes, según el barómetro de mayo, es la economía. Así lo manifiestan el 20,4% de los encuestados, una cifra muy inferior a la relativa al agua, pero que afianza la incertidumbre económica. "Con el agua pasará como con las infraestructuras. En el próximo barómetro desaparecerá del podio", vaticinó Colomé. La inquietud por las infraestructuras alcanzó su cenit el pasado noviembre (34,6%) debido al caos ocasionado por las obras del AVE. En el sondeo revelado ayer, apenas supera el 12%. La inquietud que genera el frenazo inmobiliario supone el 20,4%, pero mantiene su progresivo aumento desde octubre de 2007. Según Colomé, el titubeo económico vino para quedarse. Seis de cada 10 ciudadanos señalan ya que la situación económica de Cataluña ha empeorado respecto al año anterior. Cuatro de cada 10 creen que empeorará en los próximos 12 meses. Y el 39,4% admite que su economía personal se ha deteriorado respecto al año anterior.
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