Ni 'derby' ni fútbol en Sevilla
El cuadro de Jiménez se asegura una plaza en Europa gracias a los goles de Luis Fabiano y Fazio en un partido vulgar
Cómo se habrá puesto de pelma la Liga que el derby sevillano fue prácticamente un partido más. Con prácticamente la misma falta de ritmo que en muchos otros vistos a lo largo del curso en Heliópolis, con casi idéntica especulación táctica. Casi se puede decir que el partido se coló y hasta que no le apetecía a nadie. Una de las cosas que tiene el que algo extraordinario pase a vivirse de manera rutinaria es que se ajusta más a la lógica. Y la lógica que se quiera encontrar en la clasificación o en la calidad contrastada de los futbolistas lleva a concluir que el Sevilla es mejor y, por lo tanto, favorito para llevarse la victoria en un encuentro despojado de singularidad.
La ciclotimia esencial del Betis le beneficia en los encuentros emotivos. Los verdiblancos son capaces de perder vergonzantemente un domingo y al siguiente meterle tres al más pintado. El conjunto que conduce Paco Chaparro saltó al campo con mayor tensión. Sus oponentes, a esperar el fallo del fútbol animoso de los anfitriones. Con disciplina y pierna tensa, los béticos se relamieron cuando vieron a los sevillistas dar un paso atrás. Seguro que creyeron que se debía a su fútbol.
BETIS 0 - SEVILLA 2
Betis: Ricardo; Damià, Melli, Juanito, Fernando Vega; Arzu, Rivera, Capi; Edu (Odonkor, m. 69), Mark González (Xisco, m. 76) y Pavone (José Mari, m. 69). No utilizados: Casto; Ilic, Nano y Juande.
Sevilla: Palop; Alves, Mosquera, David Prieto, Dragutinovic; Renato (Duda, m. 87), Fazio, Keita, Capel (Navas, m. 64); Kanouté y Luis Fabiano (Maresca, m. 72). No utilizados: De Sanctis; Koné, Poulsen y Crespo.
Goles: 0-1. M. 31. Luis Fabiano. 0-2. M. 50. Fazio.
Árbitro: Undiano Mallenco. Expulsó a Alves y Arzu (m. 53) con roja directa. Amonestó a Fazio, Keita, Arzu, Mark González, Luis Fabiano, Melli y Odonkor.
Unos 45.000 espectadores en el Ruiz de Lopera.
Una pelea acabó con Alves expulsado por un cabezazo a Pavone
Justo lo que quería Jiménez, que ayer dibujó en la pizarra lo que más le gusta dibujar. Le regaló a Alves la banda entera para que se disparara como se suele disparar cuando se lo permiten, colocó al hercúleo Fazio en el medio centro y escoró a Renato por si le tocaba el día bueno y se inventaba un tiro certero o envenenaba alguna combinación con los delanteros. Entre estos, destacó el trabajo de Kanouté y el desapego de Luis Fabiano, el hombre que se siente cómodo en el papel de mercancía, en multipropiedad además. El brasileño será lo interesado que se quiera, pero es muy bueno. Así cuando se le ocurrió correr un pase se plantó ante el portero y le batió como el que silba. De inmediato regresó a su plácido paseo por el césped.
El gol de Luis Fabiano les dejó claro a los verdiblancos que no habían dominado nada de nada, a pesar de que en algún momento se lo pudieran creer. Tan sólo cabe destacar al de siempre. El poco buen fútbol que se vio en el encuentro lo puso el brasileño. Cuando jugó por la derecha, todo lo que hacía el Betis pasaba por la derecha, cuando se movió por la izquierda, todos sus compañeros dirigían los pases hacia esa banda. Chaparro ha hecho de la plantilla un grupo con un objetivo común. Y trabajar, trabajan, pero que Melli juegue como Beckenbauer es imposible.
Al poco de comenzar la segunda mitad, Fazio no encontró impedimento alguno para cabecear un saque desde la esquina de Alves. Y gol. Y se acabó lo que se daba. Peor aún que eso, pues no faltó la tángana de turno que acabó con Alves expulsado por darle un cabezazo a Pavone y Arzu por lanzar el puño contra el lateral.
En un partido corriente y moliente la remontada resultaba imposible. Quedó claro que un derby degradado resultaba peor para el de menos recursos. El Sevilla se impuso y se ganó la plaza para en Europa. Al menos algo que contar.
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