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Reportaje:

Prohibido no tocar

Una exposición muestra en Ourense obras concebidas para ser palpadas

Alexandre Sánchez Vidal, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ourense, metió ayer la mano en la Alhambra de Granada y se topó con el Patio de los Leones, las dependencias de la Sala de las Dos Hermanas y el Mirador de Daraxa. A punto estuvo de tocar con sus dedos las dependencias privadas del sultán, pero la mano diligente de la representante museística de la ONCE, Aida Saiz, lo guió, paso a paso, por una lectura racional y táctil del monumento español del siglo XIV construido a escala por el arquitecto Manuel Quintana Santaella.

Esta es una de las varias maquetas -realizadas por arquitectos e ingenieros- de los más reconocidos monumentos que el Museo Tiflológico que la Organización Nacional de Ciegos ha traído a Galicia junto con una selección de esculturas y pinturas. En total, cinco maquetas a escala, cinco esculturas, 12 pinturas y 14 piezas de una colección de soportes que narran la evolución histórica de los sistemas de lecto-escritura en braille conforman esta réplica del Museo Tiflológico que la Once tiene en Madrid, y que se ha expuesto en Ourense bajo el título Ver y tocar.

Las autoridades acariciaron las distintas estancias de la Alhambra
"Al final, todo el mundo se sorprende de lo que se puede ver con las manos"

Sánchez Vidal, que en ausencia del regidor orensano, de viaje en Argentina, ejerce desde ayer como alcalde accidental, se dejó poner un antifaz para experimentar el arte a ciegas. "No es lo mismo, no podemos tener la misma percepción que los invidentes porque partimos del conocimiento previo del espacio y del volumen, así que trabaja la memoria visual", comentaba el político nacionalista, al término de su visita a tientas por los monumentos y esculturas que la ONCE ha instalado en las dependencias del Liceo de Ourense.

El Museo Tiflológico, inaugurado en Madrid en 1992 por esta organización, está concebido para acariciar el arte, para verlo a tientas, para que las personas con discapacidades visuales puedan apreciar el patrimonio artístico. En este caso, lo prohibido es no tocar. Y a tenor de la lectura que ayer realizaba en Ourense la monitora del Museo, queda claro que en cuestión de arte, la vista no es únicamente la que trabaja. Aida Saiz tomó la mano del teniente de alcalde y la guió por la escultura del único artista gallego con obra en el Museo Tiflológico de Madrid, el escultor sordociego de Viveiro José María Prieto Lago. Un bronce de 1993.

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"Al final, todo el mundo se sorprende de lo que se puede ver con las manos", señalaba Saiz. Y es que el Museo Tiflológico, que no sólo es un centro para ciegos, sino un museo de obras de ciegos, quiere ser "escaparate del esfuerzo por la integración y normalización de este colectivo".

"Queremos enseñar a la sociedad cómo los ciegos acceden a la cultura", señaló el director de la ONCE para Galicia Sur, José María Parrado, dando cuenta de que hay media docena de museos de renombre en el mundo en los que los ciegos pueden tocar las obras para apreciarlas. Entre ellos, el Reina Sofía madrileño, "que tiene una adaptación del Guernica para deficientes visuales".

A Ourense sólo han traído obras para ser tocadas, pero en el Museo de Madrid "las hay también para ser olidas", comenta Aida Saiz, detallando con precisión el aroma a olivos de la maqueta de la ciudad de Jerusalén o el intenso olor a incienso de la del Taj Mahal. La catedral de Santiago, que tiene también réplica en maqueta, se ha quedado inodora.

"¡Hay que ver qué manos tiene el teniente de alcalde!", comentaban ayer algunos entusiastas mientras Sánchez Vidal ponía en práctica la capacidad visualizadora de su tacto, apenas unos minutos después de haber comprometido ante la delegación de la ONCE que incluirá obras de accesibilidad en todas las ejecuciones que lleve a cabo con la partida de 20 millones de euros del presupuesto de Infraestructuras. A su lado, la concejala de Cultura, Isabel Pérez, también experimentando el potencial del arte a tientas, informaba de que el Auditorio de la ciudad ya había puesto en práctica una iniciativa similar de integración de invidentes a la cultura con una visita "para ser tocada", en la exposición antológica del escultor y marmolista orensano Antón Faílde.

De entre los políticos asistentes sólo el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, eludió ayer demostrar su tacto.

El teniente alcalde de Ourense, Alexandre Sánchez Vidal, con los ojos vendados, toca una de las maquetas de la exposición Ver y Tocar
El teniente alcalde de Ourense, Alexandre Sánchez Vidal, con los ojos vendados, toca una de las maquetas de la exposición Ver y TocarJ. VILA

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