Pajares ya no hace reír
El actor vive su semana más negra: cuatro hospitales y dos comisarías
Como si fuera a rodar una secuencia, se caló la gorra hasta las cejas, repasó su bigote postizo, comprobó que llevaba en el bolsillo su pistola negra de pega calibre 22 y se dirigió al despacho de Castellana Abogados donde gestionan sus asuntos financieros.
Pidió ver a su asesor y, ante la negativa, la montó. Amenazó a los empleados, sacó un aerosol de defensa, los roció y la emprendió a golpes. Ni en Todos al suelo, uno de sus grandes éxitos, hizo Andrés Pajares tan bien el papel de asaltante. Detenido por la policía, el actor comenzaba su semana más negra. Pajares, un gran actor cómico, toca fondo. Y necesita ayuda.
Habla solo o con los espejos de los coches, y cree que todos le espían
En la madrileña calle de Fernández de la Hoz, donde vive desde hace muchos años, no sorprenden las últimas noticias. Algunos vecinos relatan que lo ven paseando por la zona con la mirada perdida, hablando solo o con los espejos de los coches. En su última aparición en Dónde estás corazón, de Antena 3, no hilvanó un discurso coherente. Aún preocuparon más las imágenes que este programa ofreció días después: le mostraban en los descansos hablando solo y dando vueltas sin parar por el plató.
Pajares duerme poco y cambia mucho de habitación. En una misma noche puede dejar 40 mensajes en un mismo teléfono o llamar a las redacciones de los periódicos para desear "buenas noches", como hizo la semana pasada a este diario. Tiene varias viviendas, pero suele alojarse en hoteles. Cree que hay micrófonos y cámaras que le espían. Por eso, cambia de escenario constantemente. También pone detectives a quienes le rodean. Y su familia dice que tiene dos pistolas.
El jueves pasado, horas después de quedar en libertad tras pasar una noche detenido, se montó en el AVE hacia Barcelona. Allí se hospedó en el lujoso hotel Arts, frente al mar, uno de sus refugios. Tampoco allí encontró sosiego. Se paseó en calzoncillos por los pasillos con una pistola falsa. Sufrió un ataque de ansiedad, causó destrozos en la habitación y la dirección llamó a los mossos d'esquadra, que le llevaron al hospital del Mar. Desde anoche está ingresado en la Clínica Quirón.
En Madrid, tras ser detenido, los médicos que le examinaron en el hospital de la Princesa apreciaron "un comportamiento muy agresivo", según testigos. Más tarde, pasó unas horas en el Gregorio Marañón procedente de los calabozos, con otra crisis de ansiedad. El forense del juzgado de guardia le realizó pruebas. Resultado: ni alcohol ni drogas. Pero algo parece seguro: no está bien.
El actor tiene tres hijos: Andrés, Mari Cielo y Eva, cada uno de una madre diferente. Eva conoció a su padre hace tres años. Ninguno mantiene con él una buena relación. Sólo Eva se acercó a interesarse por su padre cuando estaba detenido. Los tres, eso sí, han recibido ofertas millonarias para pasar por los platós de los programas de máxima audiencia del fin de semana. Dos las han aceptado.
"Mi padre está mal desde hace 25 años", ha explicado a EL PAÍS Andrés Burguera, que utiliza el apellido materno. "Las cosas que ha hecho en los últimos días no me sorprenden. Cuando hace tiempo pedí ayuda pública para él, todo el mundo se me volvió en contra. Desgraciadamente, el tiempo me da la razón". Burguera dice estar dispuesto a ayudarle.
Sin embargo, el actor no admite tener problemas. Frente a su casa de Madrid, antes de viajar a Barcelona, Pajares lo negó todo. ¿Cómo está después del problema? "Problema es la guerra de Irak. Si quiere saber más consulte mi web". Pero www.andrespajares.es está sin actualizar.
A sus 68 años, Pajares ya no goza del cariño del público. Fue muchos años uno de los rostros más conocidos de la televisión, protagonista de medio centenar de películas. Con Fernando Esteso formó una de las más populares parejas cómicas. En pleno éxito, Pedro Almodóvar pensó en él para el papel de juez en Tacones lejanos. Según su hijo, "en un momento dado, y tras muchas exigencias, mi padre le dijo muy enfadado: 'Pero no sabes con quién estás hablando: soy Andrés Pajares". Almodóvar le dio el papel a Miguel Bosé. En febrero intentó volver a los escenarios con un repaso a sus 50 años de profesión. La función se suspendió por falta de público. Pajares ya no hace reír.
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