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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

¡Que pase el siguiente!

Los Lakers liquidan por la vía rápida a Denver sin grandes esfuerzos

Prueba superada. Con el 4-0, los Lakers son el único equipo de la NBA que ha resuelto su primera eliminatoria de forma inmaculada, alcanzando todos los objetivos planteados, los principales y también los secundarios. Serie ganada, mínimo de partidos, ningún lesionado y la maquinaria engrasada a la espera de retos de mayor enjundia. Porque sufrir, lo que se dice sufrir, poco o nada. Vista la desangelada actuación de Denver, casi habría sido mejor que el pulso que mantuvieron por la última plaza del Oeste con Golden State se hubiese decantado por los Warriors, una atractiva locura de equipo que seguro que habría dado mucho más juego. Y, si no, que se lo pregunten a Dallas.

La diferencia entre los contendientes ha sido sideral desde el primer minuto de la eliminatoria. Tanto que, salvo en un par de momentos del segundo y el cuarto partido, los Lakers nunca han sido exigidos de verdad. En ambas ocasiones la vía de resolución fue la misma: Kobe Bryant. "Este chico nunca dejará de sorprenderme", suele decir Astérix de Obélix a pesar de haber sido testigo directo de decenas de hazañas del que se cayó en la marmita cuando era pequeño. Pues con Bryant pasa algo parecido. En sus once temporadas como profesional hemos disfrutado de exhibiciones de todo tipo. Vuelos sin motor, tiros escalofriantes, canastas al límite... Pero, aun así, hay momentos en los que todavía es capaz de dejarte con la boca abierta y la sensación de asistir a lo nunca visto. En esto se empareja con personajes como Michael Jordan o Zidane, gente de repertorio infinito. Por si no fuera suficiente, ha incorporado una lectura colectiva del juego que le convierte en el jugador soñado. Antes era un cazador desaforado, de los que salen al campo y desde el principio hasta el final no dejan de disparar a todo lo que se mueva. Tipo Iverson, por ejemplo. Ahora se ha vuelto más inteligente. Espera a su presa, la examina, hace que el resto la canse un poco y, cuando ve que está madura o corre el peligro de escaparse viva, entra en acción y la fulmina.

DENVER NUGGETS 101- L. A. LAKERS 107

Denver Nuggets: Iverson (22), Kleiza (8), Anthony, (21), Martin (8) y Camby (3) -cinco inicial-; Smith (26), Carter (2), Nájera, (4), Nene (7) y Diawara (0).

Los Angeles Lakers: Fisher (7), Bryant (31), Radmanovic, (12), Odom (14) y Gasol (21) -cinco inicial-; Walton (7), Vujacic (5), Farmar (6) e Ilunga-Mbenga (4).

Árbitros: Kirkland, Bavetta y Forte. Eliminados: Martin, Anthony y Nene.

19.264 espectadores en el Pepsi Center, de Denver. Los Lakers, clasificados para las semifinales de la Conferencia Oeste por 4-0.

4º CUARTO

3º CUARTO

2º CUARTO

1º CUARTO

23-32

31-32

23-15

24-28

El conjunto angelino, el único invicto en la primera ronda de la fase final
Cuando se vio exigido, la vía de solución siempre fue la misma: Kobe Bryant
Especial: Así está el cuadro de los Playoffs de la NBA

Lo volvió a hacer en el cuarto partido, cuando los Lakers corrían el riesgo de perder como penitencia por haberse dejado llevar por el desmadre en el que convierten los Nuggets sus duelos a poco que te despistes (88-88, a seis minutos del final). No hizo falta ni una mirada. Todos entendieron que se entraba en el territorio Bryant. Tiros de dos, triples, entradas, engaños, asistencias y desafíos a la ley de la gravedad. Daba igual que se le colgasen encima o le persiguiesen dos y hasta tres: 14 de los 19 puntos que lograron los Lakers hasta la bocina tuvieron su firma. No hace falta que lo diga Iker Jiménez. Este tío tiene que ser un marciano. Bryant firmó 31 puntos por los 21 y siete rebotes de Pau Gasol, el primer español en ganar una eliminatoria de la fase decisiva de la NBA.

Para Denver, el naufragio ha sido de tal calibre que parece obligado un buen golpe de timón si quiere ascender un peldaño y dejar de ser simplemente un animador sin mayor trascendencia. Alguien debería decir a gente como Iverson, Anthony e incluso el prometedor J. R. Smith que con este tipo de juego no se llega a ningún sitio; que para un torneo callejero tiene un pase, pero no para doblegar ni una vez a un equipo bien armado como el de Phil Jackson. Ya en Los Ángeles, los Lakers descansan y esperan rival mientras se oye una voz desde el Staples Center: ¡Que pase el siguiente!

Pau Gasol celebra la clasificación de los Lakers para las semifinales de la Conferencia Oeste.
Pau Gasol celebra la clasificación de los Lakers para las semifinales de la Conferencia Oeste.AFP

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