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Crónica:LA CALLE | Rutas
Crónica
Texto informativo con interpretación

Montgarri salvaje

La mayoría de los valles del Pirineo catalán han sufrido la invasión de las empresas del ladrillo en las últimas dos décadas, expolio que se está produciendo aún con el objetivo de imitar el saqueo que terminó con las calas, rocas y playas salvajes de la costa mediterránea. Pero no está todo perdido en la montaña. Aún no. En el Pirineo todavía existen lugares genuinos. Pocos, pero ahí están, sobreviviendo a la depredación del ladrillo. Uno de ellos es Montgarri, en la Val d'Aran, un valle antaño maravilloso, pero actualmente contaminado con la excusa del progreso.

Montgarri es un oasis en el valle de las pistas de esquí del glamour español, un santuario donde la naturaleza es la protagonista absoluta. El silencio, que es estremecedor a unos cuantos kilómetros de la estación de esquí de Baqueira-Beret, sólo se rompe por el murmullo de las aguas del Noguera Pallaresa. El río, que en este punto inicia su trayecto hacia el Ebro y el Mediterráneo, acompaña al caminante en la ruta que comienza en el aparcamiento del Pla de Beret y que transcurre por tierras de transición, en la frontera de unas aguas, donde unos ríos se dirigen hacia el Mediterráneo y otros, con sus fuentes a pocos metros de distancia, buscan su desembocadura en el océano Atlántico, como el Garona.

El itinerario propuesto parte del Pla de Beret y, siguiendo el curso del Noguera Pallaresa, atraviesa una extensa zona de pastos de alta montaña. A medida que se va perdiendo altura, el camino se adentra en un bosque de pino negro. El paso por la borda semiderribada de Es de Cabau nos hace pensar en los últimos habitantes de esta zona, que se vieron obligados a abandonarla en la década de 1960 debido a las duras condiciones de vida. La llegada al santuario de Montgarri es de una belleza espectacular. Situado entre prados y bosques, lo rodea una calma absoluta. Ahí se encuentran dos refugios para poder comer e incluso pernoctar. Deben pasarse las últimas casas de Montgarri para ir a buscar la pista principal, muy cerca del límite de la Val d'Aran con la comarca del Pallars. Montgarri es un lugar que puede tener los días contados para dejar de ser salvaje ante el avance sin escrúpulos del ladrillo.

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