El cura Moure, condenado a 5 años por apropiarse del dinero de una anciana
El presidente de la Fundación San Rosendo deberá devolver 600.000 euros
El sacerdote Benigno Moure, presidente de la mayor red asistencial de Galicia, la Fundación San Rosendo, ha sido condenado por la Audiencia orensana como autor de un delito continuado de apropiación indebida de los bienes de María Vázquez Covela, una anciana residente en uno de sus geriátricos.
Cuando María Vázquez, su patrimonio estaba liquidado
El tribunal, que considera probado que Moure elaboró un plan para transferir a su fundación el dinero de la anciana a sabiendas de que no estaba en el uso de sus facultades mentales, le impone cinco años de cárcel, la inhabilitación para presidir, gestionar o representar instituciones asistenciales durante tres años y le obliga a la devolución de los cerca de 600.000 euros, más intereses, que Moure transfirió a las cuentas de la fundación.
La Audiencia condena también al notario Alejo Calatayud por un delito de falsificación de documento público a pagar una multa de 3.600 euros en un plazo de 8 meses. Tanto Moure como Calatayud son absueltos de los delitos de estafa que les imputaba únicamente la acusación particular. La defensa de ambos ha anunciado sendos recursos.
A los 76 años de edad, el sacerdote Benigno Moure, cabeza visible y promotor de la boyante Fundación San Rosendo, se enfrenta a uno de sus mayores contratiempos. Ayer, tras conocerse la sentencia condenatoria, eludió la llamada de este periódico, pero su abogado, José Manuel Orbán Moreno, señaló que "Moure es un hombre que ha luchado mucho por los ancianos y está dispuesto a luchar ahora por probar su inocencia ante el Tribunal Supremo". El abogado sostiene que en el caso de que el Supremo confirmara la condena "analizaremos entonces si está o no en condiciones de ingresar en prisión".
La sentencia establece como hechos probados que Benigno Moure "transfirió ilícitamente" a la Fundación San Rosendo todo el dinero de la anciana actuando además como "poseedor de hecho de sus bienes inmuebles". Destaca que, "aprovechándose del deterioro progresivo e irreversible de la capacidad intelectiva de ella", el sacerdote ideó un propósito para transferir a la entidad que preside tanto el dinero como los bienes
El tribunal considera probado que Moure, "prevaliéndose del deterioro psíquico" de su residente "y sin intención de abonarle dinero alguno", la convenció en 2001 para que suscribiera un contrato privado de venta en el que figura él como comprador en nombre de la Fundación, que así se hizo con el patrimonio de la residente consistente en un piso en O Carballiño, un grupo de casas en Lebosende, una vivienda, un hórreo y cuatro fincas rústicas. El precio de compra que figura en el documento es de 6,2 millones de pesetas "que Moure no llegó a ingresar en el patrimonio de María Vázquez".
Detalla además que, consciente el sacerdote de "las irregularidades de la venta y en su propósito de obtener dinero", de la anciana puso a la venta el piso de O Carballiño por 42.071 euros "cuando ella ya estaba declarada judicialmente incapaz". Un acto que certificó el notario Alejo Calatayud. Queda probado también que Moure vendió el resto de las propiedades de forma que cuando María Vázquez murió todo su patrimonio estaba liquidado. La sentencia destaca que el sacerdote tuvo la voluntad "de hacer suyo un patrimonio ajeno" faltando "a la lealtad y buena fe exigible en todo gestor". Y sostiene que fue el propio Moure quien en 1999 solicitó en la Fiscalía la incapacidad de la anciana basándose en la supuesta "demencia incipiente", un hecho que fue confirmado por los peritos médicos en el juicio.
La sentencia echa por tierra la tesis en la que insistió la defensa de Moure de que hubo una supuesta manipulación de las transferencias bancarias firmadas por el cura y en las que aparecen dos tipos de letra. El tribunal da credibilidad al testimonio de los empleados del banco y sostiene que "lo realmente trascendente" es la disponibilidad que Moure hizo del dinero "vaciando las cuentas", tanto a través de transferencias como retirando dinero en efectivo hasta un total de 533.196,68 euros.
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