Le llaman 'Leona'

Carles Subirana se paseaba por las oficinas del CAR de Sant Cugat con aire cansino, hace dos semanas. El veterano entrenador, ex director técnico nacional, acababa de regresar de Eindhoven, de los Campeonatos Europeos de Natación, completamente extasiado. Tratándose de un hombre sereno por naturaleza, curtido en mil piscinas, su ponderación cobra un valor especial cuando le mencionan a Mireia Belmonte: "Para nosotros es La Leona".

A sus 17 años, Mireia se ha lanzado a la caza de récords. Desde hace un mes, los atrapa a un ritmo desconocido en la historia de la natación española. Ha logrado nueve plusmarcas, ocho de España y una de Europa, repartidas entre siete pruebas entre los Europeos de piscina larga de Eindhoven y los Mundiales de piscina corta de Manchester, que concluyeron ayer. Tradicionalmente, las competiciones en piscina corta (25 metros) se sitúan en un segundo nivel. Pero la actuación de la española en Manchester refuerza su condición de figura mundial en el último tramo de la preparación para los Juegos.

"Si ajusta la salida puede mejorar mucho en Pekín", dice su técnico

Sólo Katie Hoff nadó los 200 estilos como la española

Ayer, Mireia puso fin a su participación con dos récords de España en los 200 braza: en la semifinal y en la final. En la última prueba rebajó la marca de Lourdes Becerra (2m26,13s) en cinco segundos. Un abismo. Hizo 2m21,65s, todo un síntoma del extraordinario progreso que está consiguiendo. El perfeccionamiento de la braza, de la mano de entrenadores expertos como Jordi Murio y Subirana, le ha permitido situarse entre las mejores del mundo en las pruebas de estilos. Sólo la estadounidense Katie Hoff ha podido nadar los 200 estilos como la española cuando tenía 17 años. Si sigue por este camino, Mireia se la encontrará en la final de Pekín junto a la australiana Stephanie Rice y a una veterana que acaba de conocer en Manchester. Se trata de Kristy Coventry.

El sábado pasado, en la piscina de Manchester, Mireia Belmonte hizo algo que ningún nadador nacido en España había conseguido. A sus 17 años, en plena edad formativa, se puso a la par de Coventry en una carrera de ritmo de vértigo. La zimbabuense fue bronce en Atenas y plata en el Mundial de piscina larga de 2007. Tiene 25 años, es una de las nadadoras más completas del mundo, y ha probado su capacidad competitiva en las condiciones más exigentes. En Manchester logró el oro y batió el récord del mundo. Para conseguir la plata, la española debió hacer una proeza. Salió última, con el peor tiempo de reacción, y al pasar por la mitad de la prueba seguía en la cola de la carrera. En los tramos de braza y nado libre remontó hasta la segunda posición. Superó a las chinas y a las británicas, les recortó tres segundos en 100 metros, y tocó la última placa en 2m07,47s. A menos de treinta décimas del anterior récord mundial. Coventry se quedó con la plusmarca absoluta y a Mireia le correspondió el récord de Europa. Algo inaudito. Una exhibición que convierte a la chica de Badalona en algo parecido a una pionera de la natación española. Una atleta extraña, capaz de derribar complejos ancestrales a edad prematura. Alguien que, a pesar de su juventud, no se arruga cuando se empareja con los mejores.

Subirana hace un análisis optimista: "Mireia tiene una capacidad de sufrimiento enorme. Hará cosas muy importantes. Tiene un gran margen de mejora. Puede mejorar mucho incluso en los próximos meses. Debe ajustar la salida y los virajes. Las salidas son muy importantes en las pruebas de estilos porque te permiten encadenar bien los cuatro tramos. Saliendo última, como hizo en los 200 de Eindhoven, se obliga a hacer un sobreesfuerzo en la mariposa que le afecta al segundo tramo, el de espalda. Si consigue salir más rápido puede recortar bastante tiempo en la primera mitad de la prueba".

A partir de mañana, en su cubil de Sant Cugat, la Leona de Badalona pulirá los últimos detalles pensando en la batalla de Pekín.