Feijóo exige que se fije ya la fecha electoral para que haya "estabilidad"
Touriño pide al líder del PP gallego que se contagie del nuevo talante de Rajoy
El presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, instó ayer al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, a fijar la fecha de las próximas elecciones autonómicas ante la situación de desaceleración económica que comienza a afectar a la comunidad autónoma. "Si yo fuese presidente de la Xunta y dada la situación de crisis económica que vive Galicia sería mi obligación despejar el calendario electoral para dar estabilidad política y económica", indicó el líder del PP, quien puso en duda que esta demanda sea atendida porque "no se van a tener en cuenta los intereses de Galicia, ni la situación de crisis económica sino que se hará lo que les interese a Touriño y al PSOE".
Feijóo se permitió poner en duda que la competencia para convocar las elecciones sea exclusiva del presidente, ya que "la ley establece que tiene que ser oído el Consello de la Xunta". En esta línea el presidente del PP ahondó en las diferencias entre los miembros del bipartito al aludir a unas declaraciones del vicepresidente Anxo Quintana en las que señalaba que no habría cambios en las consellerías nacionalistas antes de las autonómicas. "Se confirma que en Galicia hay dos gobiernos", concluyó.
Para el dirigente del PP, la corrección de la previsión de crecimiento del PIB gallego realizada esta semana por la Xunta no resulta realista después de que el Fondo Monetario Internacional haya rebajado las expectativas de crecimiento para España en 2008 por debajo del 2%. Feijóo se mostró irónico con las palabras que pronunció el titular de la Xunta para restar importancia a las consecuencias de esta corrección en el crecimiento de la economía: "Después de ver las previsiones del FMI, supongo que Touriño no será contratado ni por los servicios de estudios de una pequeña o mediana empresa gallega".
A la misma hora, el presidente gallego pedía al líder del PP que tomase nota del nuevo talante exhibido por su presidente nacional, Mariano Rajoy, e invitó a Feijóo a que los "nuevos vientos del PP sean escuchados al otro lado del Padornelo", para que también los populares gallegos muden "su habitual tono catastrofista".
Precisamente, en referencia a la situación interna del PP y al congreso que celebrará el próximo mes de junio en Valencia, Feijóo expresó su satisfacción por el desarrollo de los acontecimientos y consideró positivo que existan puntos de vista diferentes porque "lo extraño sería que no hubiese ninguna discrepancia". En todo caso, apuntó que debe haber un diálogo "tranquilo" dentro de su partido durante estos meses y no quiso pronunciarse sobre las declaraciones del vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, quien arremetió contra la posible candidatura de Esperanza Aguirre a la presidencia del PP. "Estoy mucho más preocupado por otros asuntos como la crisis económica que o las listas de espera en la sanidad gallega", dijo Feijóo.
Sobre esta última cuestión, el líder del PP gallego pidió dimisiónes por la existencia de una lista de espera de Cardiología "oculta" de 2.000 personas en un hospital de Pontevedra. "Esto se produce muy poco después de que la conselleira de Sanidade dijese en el Parlamento que no hay listas de espera ocultas", apuntó.
Feijóo también aludió a la Justicia en Galicia y calificó el retraso en la instrucción del caso Prestige como la "punta del iceberg" de la situación de los juzgados en la comunidad que acumulan "160.000 causas pendientes y más de 13.000 sentencias firmes sin ejecutar".
Antes de que se celebrara la ejecutiva provincial de Ourense, el líder del PP gallego dejó claro su apoyo a José Luis Baltar en la renovación que se propone realizar en el partido. "Siempre creí en su liderazgo", afirmó. Feijóo aseguró haber "tomado nota del mensaje de la sociedad": los orensanos "quieren votar al PP, pero quieren que evolucione", informa Cristina Huete.
Plan "legal" en O Pino
Durante su comparecencia en Santiago, Feijóo también comentó su actuación al frente de la Consellería de Política Territorial, que aprobó en 2003 el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de O Pino pese al dictamen contrario de la Dirección General del Patrimonio de la Xunta. "Si tuviera capacidad memorística para recordar todos los expedientes habría tenido muchos más éxitos en mi vida", indicó Feijóo, quien insistió en defender la legalidad del plan.
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