"No tengo problemas con Lorenzo"

MotoGP ha hecho de altavoz, y el mal rollo que había entre Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo cuando ambos se batían en dos y medio ha adquirido ahora unas dimensiones cuando menos preocupantes. Incluso el rey Juan Carlos pone de su parte para que los dos pilotos españoles con más talento del momento firmen un acuerdo de paz y se citen dentro de la pista. Y no hay manera.

Tras la carrera, en una habitación contigua al podio, el Rey les esperaba a los dos para felicitarles. Tras darles la enhorabuena por separado, cogió a cada uno de una mano y las juntó. Por un segundo, Pedrosa y Lorenzo sonrieron, pero al momento el nudo ya se había deshecho y cada cual campaba a su aire, sin querer saber nada del otro.

"Esta rivalidad sólo puede resolverse en Montmeló", bromeó Valentino Rossi

"He hecho todos los esfuerzos, no puedo hacer más", respondió Lorenzo al ganador

A partir de entonces ni se miraron. Cuando subieron al podio, tampoco. Pedrosa, contento pero contenido como siempre. Lorenzo, un poco tocado; cosas del ADN ganador que esconde su cuerpo.

El calvario para ambos no terminó ahí. Minutos más tarde, en la sala de conferencias, volvieron a coincidir. El catalán, en el centro, y el mallorquín, a su derecha. Valentino Rossi, segundo ayer, se partía de la risa sentado a la izquierda. Como siempre hace el italiano cuando la cosa no va con él, trató de rebajar la tensión cuando se le preguntó al respecto de la rivalidad que mantienen estos dos jóvenes pilotos (22 años tiene Pedrosa y 20 Lorenzo). Él sabe de lo que habla, porque durante muchos años estuvo -y aún está- enfrentado a Max Biaggi, cuatro veces campeón del mundo de 250cc y que ahora compite en Superbikes. "Esta rivalidad entre Pedrosa y Lorenzo sólo se puede resolver en las escaleras del circuito de Montmeló", bromeó Rossi, que en el Gran Premio de Catalunya del año 2001 le soltó un puñetazo a Biaggi que ninguna cámara logró captar.

Dejando a un lado el guiño de Rossi, los dos protagonistas fueron de lo más diplomáticos y apenas soltaron prenda. "Yo no tengo ningún problema", se limitó a decir Pedrosa, ganador ayer. "Yo he hecho todos los esfuerzos, más ya no puedo hacer", respondió Lorenzo, quien reconoció: "Me sabe mal porque pensaba que podría haber luchado por el triunfo". El mallorquín salía ayer desde la pole.

A pesar de la pequeña decepción, Lorenzo se convierte con su resultado de ayer en el primer debutante en la clase reina del motociclismo que acumula dos podios en las dos primeras carreras del Mundial desde que lo hiciera Max Biaggi en 1998. El español fue segundo en el Gran Premio de Qatar y tercero ayer.

Ya en Qatar, Lorenzo sufrió problemas en los antebrazos debido a los brutales zurriagazos que sueltan las bestias de MotoGP. Ayer, a partir de media carrera, las molestias se le reprodujeron. "He tenido problemas en los brazos, pero eso no es una excusa porque es mi físico. Aunque tendré que ir a mirármelos", reconoció Giorgio, que a diferencia de muchos de sus rivales, aún no se ha operado del síndrome compartimental, una dolencia típica en motoristas profesionales que supone que los músculos comprimen los nervios y los vasos sanguíneos de los brazos.

"Hemos sufrido mucho durante este invierno, y por eso es tan importante haber ganado aquí", se felicitó su rival Pedrosa. "Hemos superado dos carreras que se presentaban muy difíciles y lo hemos hecho con buen resultado", añadió el catalán, que, por primera vez desde que debutó en MotoGP en 2006, ha acumulado cuatro podios consecutivos. Pedrosa, que reconoció que su salida no fue "tan espectacular como la de Qatar", pero sí efectiva, explicó que se había concentrado "en no cometer errores y controlar la carrera todo el tiempo".