"No puedes mofarte del rival"
Marcelino, técnico del Racing, se queja de una falta de respeto del Getafe tras el empate
Lo que hasta el minuto 79 del partido de ayer era una eliminatoria marcada por la nobleza de dos aficiones poco acostumbradas a la gloria, se torció irremediablemente tras el tanto del getafense Casquero. Con el racinguista Garay doliéndose de su rodilla en el suelo y Uche, delantero azulón, pidiendo echar el balón fuera, Albín decidió que el gol era un objetivo más importante. Abrió el balón a Casquero. Y el ex racinguista, ironías del destino, abrió las mallas de Coltorti para resolver la eliminatoria. Los empellones entre ambos equipos en el túnel de vestuarios, al término del encuentro, mancharon lo que hasta entonces había sido una pasión serena. Y en la sala de prensa, por supuesto, fue el asunto estrella.
"No sé qué ha pasado", declaró Laudrup ante los medios de comunicación. "Creo que Albín no ha visto la acción, y por eso le ha puesto el balón a Casquero para que marcase". El reglamento otorga al árbitro la decisión de parar el juego en estas acciones. Los futbolistas no están obligados a hacerlo. Pero el danés no entró en discusiones legales, y admitió, sin embargo, que "en función de la gravedad, el balón debería echarse fuera".
"Pero es una jugada más dentro del debate de siempre", añadió el danés. Tampoco a Marcelino, el entrenador del Racing, la jugada le pareció ilegal. Pero sí le molestó lo que, según el asturiano, ocurrió después. "Si Casquero ha decidido continuar la jugada, me parece correcto", especificó; "pero luego no puedes mofarte del rival después de aprovecharte de ello". El técnico no quiso identificar al autor de las burlas. "No ha sido Laudrup, que es un señor. Quien lo ha hecho es quien debe explicar lo sucedido. Y no debe tener la conciencia tranquila. Yo no actuaría así", aseguró.
Marcelino se lamentó de las oportunidades desaprovechadas. "Hicimos un partido enorme, por juego, ocasiones, empuje y ganas. Pero fallamos goles incomprensibles. Es una forma muy cruel de caer eliminados. Sólo me queda darle las gracias al equipo y a la afición". El asturiano no quiso olvidarse de felicitar a un Getafe que "aprovechó sus ocasiones en la ida, aunque en la vuelta fuimos superiores". El técnico del Getafe vio la eliminatoria de forma distinta. "Hemos estado más o menos al mismo nivel sumando los 180 minutos", aseguró un Laudrup que quiso resaltar la hazaña de haber llegado dos años seguidos a la final de Copa. "Llegar es difícil, pero mantenerse lo es más".
Quienes no tuvieron dudas de la hazaña fueron los cientos de getafenses que, poco después de terminar el encuentro, tomaron los alrededores de la fuente de La Cibelina, el punto neurálgico para la celebración de las gestas azulonas. También lo celebraron los casi 1.000 aficionados del Getafe que acudieron a Santander para acompañar al equipo, y que regresaron con susto, después de que varios exaltados rompieran las lunas de algunos de sus autobuses.
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