Abonos del transporte

La queja (EL PAÍS, 12 de marzo) sobre Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha atraído no pocas cartas en el mismo sentido: TMB desprecia al usuario. J. R. es el más contundente: "Suscribo la opinión de la falta de respeto y sensibilidad que la empresa TMB exhibe delante del ciudadano. Nunca da la cara y siempre mira hacia otro lado. He denunciado dos veces un comportamiento incívico y peligroso de algunos conductores de autobuses, algunos con riesgo premeditado de accidente, y siempre he recibido la misma respuesta: no observan infracción alguna en su conducta. No existen responsabilidades para ellos. La palabra previsión no existe".

Otras dos quejas coinciden en un mismo asunto: un abono, en ambos casos T-10, defectuoso y el intento de cambiarlo se estrella contra la escasa voluntad del empleado. En un caso, en la estación de la línea 3 del metro de Sants Estació. La persona que pidió el cambio se cuadró y lo consiguió, pero la primera respuesta del empleado fue enviarla a Sant Joan Despí con el peregrino argumento de que la tarjeta (integrada) había sido comprada en el Trambaix. Otra usuaria tuvo que enfrentarse a un conductor de la línea 56 para que marcara la tarjeta. TMB lamenta que ninguna de las dos personas cursara la queja correspondiente. La carta reproducida antes explica el motivo de la falta de confianza en el departamento de reclamaciones. Este diario preguntó a TMB cuántas reclamaciones habían culminado dando la razón al usuario. No ha habido respuesta. ¿Ninguna? La Autoridad del Transporte recuerda que, salvo en el caso de un abono deteriorado por culpa del usuario, éste tiene derecho a que se lo cambien en cualquier punto de la red del transporte público.

Para quejas sobre las administraciones y empresas públicas, pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.