Teletrabajo
Cada vez son más las empresas que adoptan medidas para favorecer la implantación de sistemas de teletrabajo, permitiendo a sus trabajadores realizar parte o la totalidad de la jornada laboral en su lugar de residencia. Los estudios demuestran que el establecimiento de estas prácticas genera un alto grado de satisfacción personal entre los empleados e incrementa la productividad. No obstante, son aún muchas las empresas que miran con profundo recelo estos sistemas.
Se trata de sistemas de organización de trabajo coherentes con las actuales tendencias de flexibilización de las relaciones laborales, que buscan una utilización más eficaz del tiempo de trabajo, permitiendo a los trabajadores compaginar la actividad profesional con sus necesidades personales.
Laboral
Nos encontramos ante un importante mecanismo para favorecer la conciliación familiar y laboral y que podría contribuir además a resolver uno de los problemas más acuciantes de las ciudades modernas: el caos circulatorio provocado por el desplazamiento de miles de trabajadores a sus lugares de trabajo.
No obstante, España se halla en la cola de Europa en la implantación de los sistemas de teletrabajo. Nuestros vecinos nos llevan una importante ventaja en este ámbito. Quizás también la ausencia de una normativa específica que lo regule e incluso de medidas concretas que lo incentiven no favorece su establecimiento.
Sin embargo, en los últimos tiempos se observa un cierto cambio en las tendencias. Importantes empresas están anunciando iniciativas para permitir a sus empleados realizar una parte de la jornada laboral en sus domicilios. Igualmente, el Gobierno ha anunciado medidas para su establecimiento en la Administración pública.
Pero debe tenerse en cuenta que el teletrabajo puede provocar también el aislamiento del trabajador y la despersonalización de su actividad, derivado del alejamiento físico del centro de trabajo y del resto de sus compañeros. De ahí que se trate, en todo caso, de una medida voluntaria. En este sentido, ningún trabajador puede ser obligado a cambiar su lugar de trabajo por el de su domicilio contra su voluntad.
