Tomás Gómez: "Estamos muy satisfechos"

Satisfacción fue una palabra que ayer repitió el secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, al analizar los resultados electorales de su formación política en la región, que ha perdido 4,66 puntos respecto a las generales de 2004 y se ha distanciado a la baja en más de 10 puntos del PP. "Partíamos de unas circunstancias muy complicadas como fue el 27 de mayo [municipales de 2007], en el que tuvimos un mal resultado, quizás el peor de la historia", afirmó anoche el secretario general, tras mantener una tensa reunión de más de tres horas con la dirección ejecutiva socialista.

Gómez, carente de autocrítica respecto a la actuación del PSM, hace el análisis de que su partido ha remontado desde las elecciones autonómicas y municipales en 400.000 votos. Entonces el PSM obtuvo 1.002.862 votos y ahora el PSOE ha alcanzado 1.377.996 en la región. Son datos incomparables, porque ni es el mismo tipo de convocatoria, ni había el mismo censo, ni la participación ha sido la misma.

"Tiene que ver porque el electorado recuerda el voto, ya que apenas hay ocho meses de diferencia entre ambas elecciones", puntualiza Gómez cuando se le recuerda que no son cifras homogéneas. "Hemos logrado 1,4 millones de votos en la región y estamos muy satisfechos", concluye. "Ha sido el mejor resultado desde 1986, sin contar las elecciones de 2004", agrega el secretario general, que considera que es muy buen resultado en una región que se ha convertido en "la plataforma de confrontación" del PP con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

"Hemos tenido el 40% de los votantes, lo que significa que muchas personas que no fueron a votarnos en mayo y que han venido ahora", añade Gómez, que propone "seguir trabajando, conectar con los ciudadanos y desarrollar un proyecto político para Madrid en sintonía con el Gobierno de Zapatero".

Frente al análisis optimista de Gómez, algunos líderes socialistas abogaron ayer por abrir un periodo de reflexión. Manuel Robles, alcalde de Fuenlabrada, miembro de la Ejecutiva, se mostró, en declaraciones a Europa Press, partidario de "abrir una reflexión pausada y tranquila que permita saber cuál ha sido la incidencia de la política del PP en la región para orientar la política socialista en Madrid". El portavoz adjunto en la Asamblea, Adolfo Navarro —que lideró el Grupo Samarkanda, que abrió la espita de la renovación tras el batacazo de mayo—, también abogó por un análisis a fondo que incluya la autocrítica. "Con un partido hegemónico que nos saca 10 puntos, nuestra tradicional aliada, IU, hundida, y la irrupción del partido de Rosa Díez en la región, la situación exige del partido socialista un análisis certero y muchísima decisión", afirmó.

"Hay un problema de conexión con la sociedad, un problema de presencia en todos los municipios y distritos de la capital, un problema en una comunidad que es muy especial", declaró a Europa Press el alcalde de Collado Villalba, José Pablo González. En su opinión, habría que "mejorar la estructura organizativa".

Incluso el ex secretario general Rafael Simancas hacía una interpretación más crítica de los resultados, "mejorables objetivamente", y hablaba de "retroceso". "Estoy convencido de que el partido tiene capacidad para analizar con inteligencia las opciones que tiene ahora para rearmar el partido", dijo, con la vista puesta en el congreso ordinario que se celebrará antes de octubre.

Otras fuentes que preferían mantener el anonimato destacaron que el PSM ha funcionado con una premisa que ha resultado falsa y que es que la alta participación les favorecía. "Tenemos que analizar profundamente en qué nos hemos equivocado", agregan. "Hace falta una reflexión que dejamos pendiente en las autonómicas, al hacer una salida de urgencia de la crisis. Tenemos que debatir en serio qué partido queremos, cuál es la fórmula y si hay que cambiar el discurso".

"Si hacemos bien el análisis, alcanzaremos las soluciones que hagan falta: de estrategias, políticas o incluso equipos", dijo José Cepeda, líder de los acostistas.