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Álvarez ve el desastre andalucista como un contratiempo y no dimitirá

Voces críticas del PA piden un congreso urgente y que se produzcan dimisiones

"Tenemos la convicción de que la pérdida de apoyo sufrida obedece a cuestiones relacionadas con la coyuntura política, que debemos analizar de manera detenida". "Los malos resultados retrasan las expectativas de crecimiento que nos habíamos marcado". Éstas son algunas de las frases del comunicado que emitió ayer la coordinadora de Coalición Andalucista (CA) después de que esta opción haya sido borrada del Parlamento andaluz por primera vez en la historia: de cinco diputados a cero. Nada de dimisiones. Ni siquiera autocrítica. El secretario general del PA y candidato de CA reaccionó ayer al hundimiento de su formación como si fuera un contratiempo, un molesto traspiés, y proclamó, tras la lectura del texto, que ni él ni su fuerza política se plantean que se produzca revulsión alguna. Y a no ser que se lo pidan los compañeros, descarta presentar la renuncia.

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Su intención es convocar un congreso extraordinario del PA de manera inmediata, pero no para analizar el desastre, sino para que la militancia dé manos libres a la dirección con el fin de acelerar el proceso de unión final con los otros ocho partidos de CA, en el que figura el PSA de Pedro Pacheco. "Ya estamos haciendo autocrítica: vamos a abrir un proceso de reflexión conjunta y si la conclusión es que la actual dirección es un obstáculo, daré un paso atrás". "Lo que procede ahora es el proceso de unidad, y no una nueva dirección. Mi obligación es cumplir con la tarea que se me ha encomendado. El mensaje es claro y rotundo: seguir adelante. No podemos ponernos a debatir sobre nuestra propia existencia", explicó.

Algo similar dijo el vicesecretario general del PSA, Juan Román, quien recordó que la alianza no era circunstancial ni estaba ligada al resultado. "Queremos conformar un gran bloque".

Voces críticas del PA, que prefieren esperar a una segunda lectura para salir a la luz, señalaron que tanto la dirección de este partido como el resto de la coordinadora están sumidos en un "estado shock" y no parecen ser conscientes de la gravedad de los resultados. "Estamos muertos, ya no existimos y será muy difícil salir de ahí sino reaccionamos pronto". Otros se han lanzado ya a pedir responsabilidades, como el concejal de Vejer (Cádiz) y miembro de la ejecutiva del PA en Cádiz, Daniel Sánchez. "Por coherencia y por dignidad, deben dimitir en bloque y crear una gestora", informa Pedro Espinosa.

Julián Álvarez, ayer en la sede del PA en Sevilla, donde analizó la situación de su formación tras quedarse sin escaños.
Julián Álvarez, ayer en la sede del PA en Sevilla, donde analizó la situación de su formación tras quedarse sin escaños.GARCÍA CORDERO
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Sangría de votos continua

Desde que empezaron a caer en las elecciones de 2004, la sangría de votos de las filas andalucistas ha ido a una velocidad vertiginosa. En esos comicios sostuvieron el número de escaños (5), pero en porcentaje perdieron más de un punto de los sufragios (del 7,43% al 6,25%), y el único escaño que tenían en el Congreso de los Diputados.

En las elecciones municipales de 2007, con la expectativa de someter a examen una nueva dirección (la de Julián Álvarez), estilo y discurso, los resultados fueron los más bajos hasta entonces en dos décadas, con el agravante de que el PA extravió en el camino la representación entera de Sevilla, donde habían tenido la alcaldía y gobernaron en coalición 12 años. Los dirigentes andalucistas estimaron que el batacazo era más simbólico que grave.

Pero se dejaban atrás una lectura que apuntaba un futuro negro, algo más que una simple premonición: salvo en la capital andaluza, en ninguna ciudad de más de 100.000 habitantes superaron la marca del 2,5% de los votos. En el trance -que registró por medio el enfrentamiento con sus antiguos aliados socialistas por la reforma del Estatuto, a la que se opusieron- perdieron 141 concejales y 100.000 sufragios. En la última cita, la quiebra ha sido definitiva, el 2,78% de los votos (casi cuatro puntos menos) y una merma de 153.000 sufragios, es decir, más de la mitad.

740.000 euros que se van

La presencia de los andalucistas en la vida institucional andaluza será ninguna. Como partido que estaba representado en la Cámara autonómica, no sólo se disipan los cincos escaños, también otros 39 miembros en órganos de extracción parlamentaria que estaban (aún están) en consejos asesores, juntas rectoras de parques, asambleas, etcétera. Especial visibilidad tendrá la salida de la Cámara de Cuentas, el Consejo de Administración de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) o el Consejo Audiovisual cuando toque la renovación.

En lo que se refiere al dinero, el problema es capital. Los andalucistas no sólo recibían los sueldos de los diputados, con sus correspondientes dietas de asistencia y viaje. También otros fondos que, aunque formalmente no están destinados para tal fin, en realidad todos los partidos usan para su financiación y sostenimiento. Se trata de una partida de 650.000 euros anuales consignados para funcionamiento del grupo, más otros 90.000 euros de gastos en personal. En total 740.000 euros. A esto hay que sumar los suplementos del portavoz y el miembro de la Mesa del Parlamento, que han tenido asignados un coche oficial cada uno con sus respectivos conductores. El PA recibió 200.000 euros de adelanto de la subvención por escaños que reciben los partidos para la campaña electoral, que como no han obtenido ninguno, tendrá que devolver de otros fondos.

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