BT pone acento español a su expansión

Es el reverso, la cara amable, del proceso de deslocalización. El 31 de marzo cierra su primer ejercicio el gigante BT Global Service, una de las divisiones que conforman el grupo BT y que está especializada en la gestión de las comunicaciones empresariales, con un ejecutivo español, Luis Álvarez, como presidente, y con Madrid, como sede principal, para liderar toda su actividad y negocio en Europa, Oriente Próximo, África y América Latina. Un día después, el 1 de abril, inaugura un nuevo ejercicio fiscal con la incorporación a su perimetro corporativo de Consat International, un proveedor de servicios de comunicación de datos para empresas y administraciones públicas, que catapulta la cartera de clientes y la cifra de negocios (va a pasar de 100 a 300 millones de dólares) de BT Global Service en América Latina.

Con la incorporación de Consat International, un proveedor de servicios de comunicación de datos, BT triplica su cifra de negocio en Latinoamérica

Los resultados de BT España, que lleva seis años registrando unos crecimientos espectaculares (un 15% en el pasado ejercicio en ingresos, 466 millones de euros en total, y un 24% en resultado operativo bruto), han impulsado a la multinacional británica a trasladar a Madrid la sede de una de sus mayores divisiones. BT España, presumen en la empresa, se ha situado a la cabeza de los nuevos operadores en el mercado doméstico de transmisión de datos para empresas con una cuota del 19%, y figura entre las 18 mayores firmas en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).

Su cabeza visible, Luis Álvarez Sotarre, es un ingeniero de 46 años con un perfil profesional que conjuga una experiencia multisectorial (ha desempeñado responsabilidades técnicas, comerciales y gerenciales en Ericsson, IBM, Grupo Santander y Banesto, donde fue pionero en la introducción de la banca por Internet) y un currículo de buenos resultados. Llegó a BT en 1999 y desde hace 10 meses, tras su promoción a la cúpula directiva BT Global Service, dependen de él los negocios y la expansión de esta corporación tecnológica en la mayor parte de los 50 países en los que tiene oficinas, de los 170 en los que opera, de varios programas internacionales de desarrollo y de unos 5.000 empleados de una plantilla global en BT Global Service de 30.000.

En la subregión que dentro de su jurisdicción conforman la península ibérica y América Latina, BT ha alcanzado ya un volumen de negocio superior a los 550 millones de euros. Y espera aumentar en dos dígitos su facturación en el ejercicio 2007/2008, que concluye en unas semanas, gracias a un incremento del 32% en la cartera de pedidos y a la puesta en marcha de unos servicios de movilidad que le han permitido ampliar su oferta global.

"La globalización de la economía impone una competencia entre países y regiones y desde este despacho", señala Álvarez, "tenemos la posibilidad de influir en ese proceso y de colocar en el mapa de las inversiones y del desarrollo, frente a destinos habituales en la deslocalización de industrias como la India o China, a zonas y poblaciones de Latinoamérica y de África". Y también de extender nuestros servicios y soluciones de gestión desde las grandes multinacionales a las medianas y pequeñas empresas locales, agrega, y de colaborar en programas, como "Inspirando mentes jóvenes", junto a Unicef, o de inmersión digital, aprovechando las transmisiones vía satélite y en colaboración con otros gobiernos de la región, para llevar las nuevas tecnologías a los territorios más aislados y formar en ellas a sus habitantes.

Una faceta altruista en colaboración con sus clientes, muchas administraciones públicas de estos países lo son, que favorece el desarrollo de esas regiones y por ende de la propia BT.