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Reportaje:ELECCIONES 2008 | Los preparativos del segundo debate

Ganar otra vez a los puntos

Rodríguez Zapatero mantendrá un estilo moderado, pero prepara argumentos para un duro enfrentamiento

Anabel Díez

José Luis Rodríguez Zapatero afronta este segundo encuentro con Mariano Rajoy con tranquilidad pero "sin confiarse". Sus asesores han vigilado muy de cerca al adversario durante estos días. Pero el equipo de Zapatero y él mismo saben perfectamente que Rajoy también le vigila, aunque es imposible predecir por qué registro saldrá el candidato del PP. ¿Apostará por una "línea moderada" o, por el contrario, mantendrá su perfil más duro?

Zapatero está preparado para las dos opciones e intentará llevar la iniciativa. Puede, ya que, por sorteo, él abrirá las intervenciones y Rajoy pondrá el broche. El líder del PSOE expondrá líneas de futuro, entremezcladas con propuestas de su programa, pero sin exceso de ofertas para no hacer las intervenciones farragosas. Distintos argumentos pero el mismo método, insisten en su equipo, que resalta que Zapatero ganó el primer debate. "Si gana por segunda vez a los puntos, refuerza la victoria", concluyen en la dirección socialista.

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A cara de perro

Del debate anterior Zapatero aprendió que la inicial tranquilidad de Rajoy se tornó a la mitad del cara a cara en apariencia de enojo y enorme dureza. El líder del PSOE está preparado para que le acuse de haber buscado en esta campaña crispar y alterar la paz ciudadana. La duda está en si para justificar su acusación el líder del PP recordará que el ex presidente Felipe González le llamó imbécil, aunque rectificó. Los asesores aún especulan sobre si Zapatero hizo bien o no en no ser más contundente cuando Rajoy le acusó de agredir a las víctimas del terrorismo.

¿Más contundencia?

La duda sigue, pero dado que los sondeos posteriores al debate le dieron por ganador, la mayoría considera ahora que quizás hizo bien. "Con esa acusación salió el rostro más autoritario de Rajoy", interpreta el comité de campaña de Zapatero. Y no tanto porque le acusara de agredir a las víctimas, sino por la forma en la que despachó las apelaciones de Zapatero de que no podía tolerar tamaña acusación. Rajoy respondió que le traía sin cuidado lo que Zapatero le tolerara o no.

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Pero los acontecimientos de esta semana van a dar lugar, sin duda, a que se reproduzca la tensión y la aspereza, según da por descontado el comité de campaña. A las acusaciones de que Zapatero crispa contrapondrá una catarata de argumentos polémicos de dirigentes del PP. Desde que los niños andaluces son analfabetos (como dijo Ana Mato aunque después rectificó), hasta lo que espetó el presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, de que Zapatero no puede hablar de seguridad cuando en este país se secuestra a niños.

Y si las cosas discurren por el terreno del choque total, Zapatero se aferrará a una cuestión de principios y valores, en la que se siente muy cómodo. Los socialistas creen que acertaron cuando advirtieron a los ciudadanos de que el PP quiere fomentar la abstención de parte de la izquierda para ganar las elecciones. Las declaraciones de Gabriel Elorriaga al Financial Times, desautorizadas por el autor y confirmadas por la periodista, le dan la razón. Y precisamente el valor de movilizar al electorado es la principal virtud que el comité de campaña resalta de estos debates.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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