La cuenta pendiente de Paco con el belén
Encarcelado un vecino de Cádiz por robar un nacimiento hace nueve años
Hace nueve años Paco era otro Paco. Al menos eso es lo que asegura su mujer, Esperanza Delford. "Tomaba drogas y estaba perdido", recuerda. Hace nueve años Paco, Francisco Daldes, entonces con 30 años, entró en una vivienda del casco histórico de Cádiz y se llevó lo que pudo, incluido un portal de belén propiedad del Obispado. En 2004 fue sentenciado a dos años de cárcel pero la condena ha esperado hasta la noche del pasado 27 de febrero. La policía lo detuvo delante de su hija de ocho años y lo llevó al penal de Puerto II. Lo que ocurre es que Paco ya no es un ladrón ni toma drogas porque hace años que se rehabilitó y consiguió trabajo. El único sueldo que entra en su casa.
La sustracción del belén fue el último delito conocido de Paco. El 19 de agosto de 1999 entró en los bajos de una vivienda donde se almacenaban numerosos elementos eclesiásticos. El portal de 80 piezas era el elemento más llamativo. Un botín valorado en 4.651 euros, que el hombre estaba pagando desde septiembre del año pasado a razón de 350 euros por mensualidad. Lo que no esperaba es que nueve años después del delito y cuatro después de la sentencia ahora le pasara esto.
La familia culpa a la abogada defensora. Ésta pudo en 2004, tras conocerse el fallo, haber recurrido para pedir la anulación de la pena y evitar que Paco entrara en la cárcel. Fuentes judiciales consideran "llamativa" y "poco habitual" la tardanza de cuatro años en la ejecución de la sentencia. Paco había entrado en la cárcel en 2000 por un robo anterior al del belén, aunque también singular. "Fue condenado un año y medio de prisión por llevarse un aparato de música y un sombrero mexicano", explica Esperanza. A petición propia, el hombre fue trasladado a Córdoba, donde se sometió a un proceso de desintoxicación. "Lo hizo sin metadona ni nada. Lo pasó y lo pasamos mal pero lo superó", detalla orgullosa su esposa. En 2003 consiguió trabajo en una empresa de la construcción y todavía continúa allí. Fue ascendido de peón a encargado de obra.
El jefe de Paco ha sido uno de los primeros en ofrecerse a Esperanza para escribir una carta de recomendación. La mujer ha recabado apoyos de los políticos locales y del Obispado de Cádiz. Su idea es tratar de reclamar un indulto, cuya tramitación, según fuentes judiciales, es viable todavía.
A Paco se lo llevaron a la cárcel cuando iba con su hija a comprar. "A ella le decimos que está de viaje pero no se lo cree porque vio como se lo llevaba la Policía. El grande lo lleva por dentro". Tiene 17 años y tiene que cuidar de su madre. Y, a principios de mes, le quitarán de su cuenta los 350 euros del belén. La mujer confía en que su lucha por el indulto valga la pena.
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