ETA envía una nueva oleada de cartas de extorsión
Los terroristas exigen entre 70.000 y 150.000 euros
ETA entra en campaña también para hacer caja. El pasado fin de semana intentó matar ertzainas con una bomba trampa y ahora ha remitido una nueva oleada de cartas de extorsión para seguir atentando. Las misivas, que comenzaron a ser detectadas en la primera quincena de este mes, llevan fecha de febrero.
Los terroristas exigen a los industriales vascos extorsionados cantidades que van de los 70.000 a los 150.000 euros. Fuentes policiales creen que esta primera oleada de 2008 es amplia y estiman que puede superar las 100. Las remesas etarras, según la documentación incautada a los terroristas en Francia, han oscilado en los últimos años entre las 70 y las 130 mensuales.
El tono nada hostil empleado durante el alto el fuego de 2006 en el que ETA hablaba de una "aportación voluntaria" ha desaparecido. Ahora divide a los empresarios entre los que pagan a regañadientes parte de lo que arrebatan "explotando a los trabajadores", los que creen que el conflicto vasco "no es su problema" y, finalmente, los que "contribuyen de buen grado al mantenimiento de la situación de opresión actual". Estos últimos son los que ETA aborrece. Y periódicamente visita sus buzones exigiendo la "ayuda económica".
Billetes de 20, 50 y 100
"Mientras Euskal Herria siga bajo el dominio de los Estados francés y español y sus ciudadanos obligados a subvencionar la maquinaria represiva e institucional negadora de sus derechos como pueblo, las necesidades económicas para llegar a una situación de plena democracia van a ser muy grandes", advierten. Los terroristas indican hasta en qué billetes quieren cobrar: de 20, 50 y 100 euros.
ETA ha llamado a la puerta de "pequeños y medianos empresarios", según la policía. En unos casos son nuevas cartas, en otros, recordatorios. Incluso han recibido varias para que el empresario "se dé por enterado". Es el caso de una mediana empresa eléctrica: el chantaje es de 150.000 euros. La carta se dirige tanto al empresario con la dirección de la empresa, como a la empresa con el remitente de la esposa del extorsionado. De forma que si la carta es rechazada, vuelve a su remitente, en este segundo caso el domicilio del empresario y a nombre de su esposa. Esta fórmula evidencia la información que tienen los terroristas de la familia a extorsionar. "El no responder positivamente le haría acreedor de las medidas que ETA decida aplicar contra Ud. y sus bienes". Y para evitar tentaciones, le recuerdan que debe actuar con "discreción extrema" y claro está "absteniéndose de poner en conocimiento de cualquier cuerpo policial la existencia de esta relación entre ETA y Ud.".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.