El mercado sortea los obstáculos

La incertidumbre se ha convertido en un valor añadido para la inversión a corto plazo, al constatarse en los mercados de valores que los grandes capitales, a través de los llamados fondos de capital riesgo, apuestan en la actualidad por las materias primas.

El Ibex 35 cerró con un recorte del 1,18% y todavía por encima de los 13.000 puntos, aunque en algún momento de la sesión llegó a caer bajo esa cota. Esto es posiblemente una clara alusión a lo relativo de los soportes y lo incierto del futuro, al menos hasta que el capital riesgo, la especulación en su estado más puro, decida que ha llegado el momento de cambiar.

En el conjunto de la semana el Ibex 35 ha cedido el 0,43%, un dato que puede considerarse como producto de la consolidación de posiciones, pero que rompe con la posibilidad de una postura más positiva, tras la subida de la semana anterior.

Para los inversores todo se resume en la posibilidad de que la evolución de la economía se ajuste a las previsiones oficiales, que ya estarían descontadas, o bien que la hipótesis de la estanflación, más o menos perfilada de las expectativas oficiales, acabe imponiéndose.

Lo que parece cierto es que los inversores de a pie, los particulares, se mantienen al margen del mercado, en parte por las incertidumbres ya mencionadas y, también, porque la precampaña electoral ha traído algunas sombras sobre el trabajo y responsabilidad de algunas instituciones. Para los inversores y los profesionales esos planteamientos son un ataque a la credibilidad del sistema financiero en su conjunto, algo que parece fuera de lugar a estas alturas del curso.

La contratación en el Mercado Continuo se ha mantenido en los llamados "niveles de mantenimiento", con 3.964,33 millones de euros para el conjunto y 3.437,63 millones de euros para las operaciones del "mercado abierto".

Los positivos datos de los índices de actividad de la eurozona no puntuaron.